El obispo de Alcalá de Henares quiere que los jóvenes vuelvan a la Iglesia: “Tienen prejuicios”
Monseñor Antonio Prieto Lucena ha publicado una nueva carta pastoral para darle un impulso a la pastoral con los jóvenes

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una nueva carta pastoral en la que el obispo de Alcalá de Henares quiere darle un nuevo impulso a la pastoral de los jóvenes. Aprovechando que seguimos en el año jubilar de la esperanza, nos recuerda que “Dios nos pide ponernos en estado de misión, saliendo al encuentro de nuestros hermanos para sembrar la esperanza, que es Cristo”.
JÓVENES ALEJADOS DE LA IGLESIA
Prieto Lucena quiere que a lo largo de este curso todos los fieles, sean religiosos o no, reflexionen sobre la realidad que vive la juventud hoy en día, en la que la gran mayoría viven alejados de la Iglesia: “No todos los jóvenes que han pasado por las actividades de nuestra pastoral juvenil perseveran en su vida cristiana. De hecho, son más los que viven alejados de la Iglesia, que los que viven comprometidos con ella, y esto puede generar en nosotros un cierto sentimiento de frustración”.

Lo cierto es que sólo el 32 por ciento de los jóvenes se consideran católicos: “Esto se debe a muchas razones, entre las que se encuentra el hecho de que la Iglesia no está sabiendo llegar hasta ellos, pero también que los jóvenes tienen prejuicios contra ella, o sencillamente no quieren comprometerse y prefieren dejarse llevar por lo fácil. Como evangelizadores, no podemos cansarnos de echar las redes, adaptándonos a las necesidades de los jóvenes, pero sin cambiar el Evangelio, ya que Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre".
"HAY QUE IMPLICARSE EN LA PASTORAL JUVENIl"
El obispo de Alcalá de Henares ha puesto también el foco en la situación de la diócesis en cuanto a la pastoral juvenil: "Todos debemos sentirnos implicados: parroquias, sacerdotes, consagrados, familias, laicos, instituciones educativas, delegaciones de pastoral, asociaciones, movimientos y nuevas realidades eclesiales”, señala Prieto Lucena.

“La Pastoral de Infancia y Juventud no es un asunto exclusivamente del obispo o de la delegación que la coordina, sino de toda la diócesis. Sin jóvenes verdaderamente cristianos no hay futuro, ni podrá producirse el relevo generacional que necesita nuestra Iglesia local", destaca Prieto Lucena.