La Conferencia Episcopal y Cáritas piden a los cristianos “no resignarse ante las nuevas oleadas de empobrecimiento”

Con motivo de la IX Jornada Mundial de los Pobres que se celebra este domingo, han emitido un comunicado conjunto donde muestran su preocupación por los resultados del Informe FOESSA y llaman a la caridad

Pobreza

José Melero Campos

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Ante la IX Jornada Mundial de los Pobres que la Iglesia celebra el próximo domingo, 16 de noviembre, enmarcado en el Jubileo de la Esperanza y bajo el lema 'Tú, Señor, eres mi esperanza', la Conferencia Episcopal Española y Cáritas han difundido un mensaje conjunto en el que animan a las comunidades cristianas a “no resignarse ante las nuevas oleadas de empobrecimiento” y a “poner a los pobres en el centro de la mirada”.

 

La jornada mundial coincide con la presentación del Informe FOESSA de Cáritas, que arroja una radiografía sobre la exclusión social en España. Según el estudio, 4,3 millones de personas viven en situación de exclusión severa, un 52 % más que en 2007, y el país mantiene una de las tasas de desigualdad más elevadas de Europa.

“Estamos ante un proceso inédito de fragmentación social”, señala Cáritas en el comunicado. “Las clases medias se contraen, desplazando a muchas familias hacia situaciones de gran dificultad”.

“Nuevos signos de esperanza que testimonien la caridad cristiana”  

El Papa León XIV, en su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres, subraya la necesidad de no acostumbrarse al sufrimiento ajeno. “Existe el riesgo de resignarse ante las nuevas oleadas de empobrecimiento”, advierte el Pontífice, invitando a los fieles a “generar nuevos signos de esperanza que testimonien la caridad cristiana”. 

Estos signos, añade, se concretan en “las casas-familia, las comunidades para menores, los centros de acogida, los comedores para los pobres, los albergues o las escuelas populares”, realidades que ayudan a “sacudirnos de la indiferencia y motivar el compromiso en las distintas formas de voluntariado”.

Para la Iglesia, los pobres “no son una distracción”, sino “los hermanos y hermanas más amados”. Para León XIV, “cada uno de ellos nos provoca a tocar con las manos la verdad del Evangelio”. Por eso, la Jornada Mundial de los Pobres quiere recordar que “los pobres están en el centro de toda la acción pastoral”, no solo de la caridad, sino también de la liturgia y el anuncio de la fe.

 Una llamada a la justicia y al compromiso  

Tanto la Conferencia Episcopal como Cáritas, destacan en su mensaje conjunto que ayudar al pobre no es solo una cuestión de caridad, sino de justicia. “Nuestra responsabilidad social se basa en el gesto creador de Dios, que a todos da los bienes de la tierra”, se puede leer en el comunicado, que añade que “del mismo modo, los frutos del trabajo del hombre deben ser accesibles de manera equitativa”.

 

La nota invita a las diócesis, parroquias, movimientos y comunidades a organizar encuentros y celebraciones para esta jornada, con materiales litúrgicos, guiones para la homilía y recursos pastorales que ayuden a “hacer visible la esperanza, especialmente entre quienes viven en situación de pobreza, son víctimas del hambre, la violencia o el desplazamiento forzoso”.

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