El Arzobispo de Toledo lamenta vivir en un mundo de guerras, dificultades y corrupciones: "Hay que mirarlo con la esperanza del amor de Cristo”

En su homilía de la solemne Misa del Corpus Christi el arzobispo de Toledo ha recordado que hoy Toledo se ha convertido en la capital de la Eucaristía mundial. 

Además, ha recordado que lo peor en esta vida es vivir con las “tres D” más peligrosas de la vida cristiana: “el desanimo, desaliento y la desconfianza. La Eucaristía es aliento y esperanza, porque nos invita a mirar la vida desde los sentimientos del corazón de Jesús”.

LA EUCARISTÍA ES ESPERANZA

Cerro Chaves se ha preguntado, ¿Qué es la Eucaristía? “es asombro, y lo vamos a ver hoy en las calles de Toledo. Es acogida y caridad”. El mayor asombro es que Dios ha querido venir a vivir nuestra vida, para que nosotros vivamos la suya: “no se que tendrá ser hombre o mujer, que Dios no se lo ha querido perder. Ha vivido una vida humana, nacido de mujer, ha vivido en Nazaret, ha trabajado, ha conocido la escasez, ha conocido la amistad y la traición de los amigos...”.

La Eucaristía nos invita a la acogida, es el remedio a nuestra soledad. La soledad solo la puede paliar, aquel que nos ha hecho: “solo descansamos en Aquel que nos ama”.

Y por último, la Eucaristía es caridad, porque te invita a mirar el mundo con entrañas de misericordia: “este mundo con dificultades, guerras, corrupciones, hay que mirarlo con la esperanza del amor de Cristo”. Un mundo que tiene que ser también el del amor a los pobres: “cuando se hace el servicio a los pobres, se hace la esperanza”, "quizás en nuestro mundo de hoy hay mucha gente desesperanzada, mucha gente que cree que ya está perdido todo" y como solución a sus problemas puede apoyarse en "la vida cristiana, el amor a Jesucristo, en la Eucaristía y en la vida de fe".

La caridad de la Iglesia que brota de la Eucaristía nos ayuda a vivir con esperanza.