La Semana Santa es sinónimo de tradición y también de pasión. Estos sentimientos se viven de forma especial en los pequeños pueblos de nuestro país, donde cada Jueves y Viernes Santo los recuerdos, sobre todo relacionados con las personas que ya no están, se agolpan junto a los pasos sagrados. Esta instantánea se registra en el pueblo que protagoniza este programa especial, Bercianos de Aliste, en la provincia de Zamora.

Cuando llegas a esta localidad tienes la sensación de vivir en la España de hace varias décadas. Durante el año, el número de vecinos no llega a los ochenta, pero hay un momento del año en el que su población se multiplica por 200.

Más de 15.000 personas acuden a su Semana Santa, muchos lo hacen llegados de los pueblos de esta comarca y otros muchos de otros lugares de España. Eso sí, lo más importante, todos los vecinos, estén donde estén, vuelven al pueblo. En Bercianos, todo el mundo es hermano de la Cofradía. Un dato curioso: hay tres veces más cofrades que vecinos. Para todos ellos, esta es la fecha más relevante del año.

La Semana Santa de este municipio zamorano tiene al menos 500 años de historia y los vecinos repiten año tras año la misma tradición. Una procesión similar, un ritual idéntico con la misma vestimenta y los mismos cánticos. Durante toda su vida, el día de Viernes Santo los vecinos de Bercianos llevan una vestimenta: la misma túnica con la que son enterrados. Porque es un sitio donde la línea entre la vida y la muerte es muy delgada.

Junto a Álvaro García e Israel Remuiñán nos adentramos en la historia de este pequeño municipio que cada Semana Santa se sigue escribiendo con mayúsculas. De la mano de sus vecinos, conoceremos los detalles de esta vestimenta tradicional y qué significa para ellos portarla. Además, también descubriremos los sentimientos que despierta su Semana Santa en todos aquellos que llevan en el corazón tatuado el nombre de Bercianos de Aliste, que cada Semana Santa vuelven a lugar donde sus antepasados les inculcaron los valores y el cariño por estas fechas tan señaladas en el calendario litúrgico.

La gente de Bercianos de Aliste considera que esta no es una Semana Santa representada sino vivida. Una pasión que se ha conservado de forma idéntica al menos desde 1539: el año del que data la Bula con la que el Papa Paulo III reconocía las procesiones de este pueblo de Zamora.

Cada uno vive a su manera este periodo, pero todos ellos lo hacen con una fe que impresiona. Todo para responder a la siguiente pregunta: ¿cómo un pueblo de 80 vecinos es capaz de conservar esta tradición durante 5 siglos?