Una serie que marcó el inicio de una nueva era en la televisión.

Característica por la humanización que hace de sus personajes, sobre todo del protagonista, Tony Soprano (que logró el globo de oro a mejor actor en serie dramática en el año 2000 y estuvo nominado en el 2001, 2002 y 2003). Un total de 86 episodios emitidos en 6 temporadas entre el año 1999 y el 2007. Una serie que, sin duda, permanecerá en nuestra historia de por vida. 

El 10 de enero de 1999, los espectadores de HBO asistían al que sería el primer encuentro, de muchos, entre Tony Soprano y su psicóloga, la doctora Melfi. En 1999 que un hombre se sentase en la butaca de la consulta de un psicólogo fue la primera gran hazaña de la serie (que fue creada por David Chase). Se podría decir que “Los Soprano” narra la historia de cómo un hombre se enfrenta a sus propios fantasmas.

Así que, por primera vez en la historia de la televisión, los espectadores empatizan ya no solo con un hombre, sino con un mafioso sin escrúpulos.

La sombra de su padre, las exigencias de su madre y su tío, las obligaciones familiares, querer estar a la altura, un negocio que le supera... Un personaje demasiado orgulloso como para hacerle caso a su psicóloga. La masculinidad vuelve a primar por encima de la felicidad. Así que ¿quién no se va a sentir identificado con esto? Si la historia de Tony Soprano es, un poquito, la historia de todos nosotros.

Una serie que ha dado paso a personajes como Walter White (Breaking Bad), el químico que pasó a la historia por hacer metanfetamina; Dexter Morgan (Dexter) un forense y asesino en serie; e incluso a grandes series como Juego de Tronos.