Ainhoa Álvarez, experta en sueño: "Es muy posible que duermas mal por los perpetuantes, hacen que el insomnio sea crónico, aunque la causa que lo generó no exista"

La presidenta de la Sociedad Española del Sueño, Ainhoa Álvarez, alerta en Poniendo las Calles de que el insomnio afecta ya a millones de españoles y llama a cambiar la cultura del descanso en nuestro país

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

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En España se duerme mal. Y no es una exageración. Según la Sociedad Española del Sueño (SES), el 14% de los adultos padece insomnio crónico, lo que equivale a más de cinco millones de personas. El número de casos se ha duplicado en apenas dos décadas. Además, un 83% de los jóvenes de entre 18 y 34 años reconoce haber tenido dificultades para dormir en algún momento

En el programa Poniendo las Calles, dirigido por Carlos Moreno “El Pulpo”, la doctora Ainhoa Álvarez, presidenta de la SES, explicó las causas de esta crisis del descanso y advirtió sobre el impacto que tiene en la salud física y mental de los españoles. “Estamos viendo un aumento muy importante de los pacientes con trastorno de insomnio crónico y eso es preocupante”, afirmó.

La cama no es para pensar

Uno de los primeros consejos que lanza la especialista puede resultar sorprendente para muchos oyentes: la cama solo debe usarse para dormir o para mantener relaciones sexuales. Nada de televisión o móviles. “El paciente insomne tiene que estacionar la cama solo para dormir. Si no puede conciliar el sueño, debe levantarse, escuchar la radio fuera y volver cuando tenga sueño”, explicó.

Esa recomendación forma parte de la terapia cognitivo-conductual que se utiliza para tratar el insomnio. Su objetivo es romper los “perpetuantes”, esos hábitos y pensamientos que prolongan el problema incluso cuando la causa inicial ha desaparecido. “Es muy posible que duermas mal por los perpetuantes, hacen que el insomnio sea crónico, aunque la causa que lo generó no exista”, señaló Álvarez.

Entre esos perpetuantes se encuentran rutinas como permanecer demasiado tiempo en la cama, darle demasiada importancia a “no dormir” o intentar compensar las malas noches con maratones de sueño durante el fin de semana. “El sueño no se recupera. No es sano pasarse tres días sin dormir y luego dormir doce horas seguidas”, añadió.

La experta critica también la falsa creencia de que dormir es perder el tiempo. “Se ha extendido la idea de que el sueño es algo secundario, y es un error. Dormir es tan importante como alimentarse o hacer ejercicio. Si queremos vivir 90 años, hay que dormir 30”, dijo con rotundidad.

Durante el sueño, el cerebro procesa información, consolida la memoria y regula funciones esenciales del cuerpo. Por eso, la doctora insiste en que el insomnio no es solo una enfermedad nocturna, sino que afecta a todo el día siguiente: “No hablamos solo de gente que no duerme; hablamos de gente que luego durante el día está fatal porque no ha dormido”.

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Una joven cansada ha cerrado los ojos y está sentada frente a una computadora sufriendo migraña.

Y lanza un aviso: “Dormir mal hace que engordemos más”. La falta de descanso altera el metabolismo, la tensión y la digestión. Además, trabajar de noche o a turnos tiene un impacto directo sobre el sueño y la salud general, porque “los humanos somos animales diurnos, no estamos programados para dormir de día”.

Móviles, ansiedad y melatonina

Álvarez apunta también a la tecnología como uno de los grandes enemigos del sueño. “Antes había compartimentos: trabajo, casa, ocio. Ahora todo se mezcla y nunca desconectamos. Nos vamos a la cama y el cerebro dice: ahora tienes tiempo, voy a aprovechar para pensar”. El resultado: más ansiedad, más hiperalerta y menos descanso.

Sobre el auge de la melatonina y las populares gominolas para dormir, la especialista es clara: “La melatonina es útil en algunos casos, pero debe tomarse con asesoramiento médico y a la hora adecuada. Que sea natural no significa que sea inocua”.

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Cápsulas de valeriana, melatonina, etc.

Aconseja, además, comprobar si se trata de melatonina de liberación rápida o prolongada, y evitar productos con colorantes o dosis no reguladas. “Hay personas que dicen ‘no me hace nada’, pero es que quizá no están tomando la dosis ni en el momento correcto”, advierte.

La presidenta de la Sociedad Española del Sueño cree que España necesita un “cambio cultural” respecto al descanso. Igual que cuidamos la alimentación o el deporte, debemos priorizar el sueño como pilar de salud. “Dormir bien no es perder el tiempo, es vivir mejor”, resume.

El mensaje es claro: dejar de normalizar el cansancio, acudir al médico si el problema persiste y aprender a escuchar al cuerpo. “El insomnio es una enfermedad de 24 horas. Si durante el día no estás bien, es momento de pedir ayuda”.

Dormir no es un lujo. Es, según Álvarez, “la mejor inversión para la salud física, mental y emocional”.