Chema Bermejo tiene 43 años, es el sexto de 8 hermanos y, a decir verdad, su vida no ha sido nada fácil. Nada más nacer, los médicos le comunican a Fausto y Auxili, sus padres, dos farmacéuticos de Talavera la Real (Badajoz), que a Chema le van a tener que operar a corazón abierto. Tras muchas oraciones Chema consiguió salir adelante de la intervención. Pero eso sólo fue el comienzo de una larga lista de enfermedades que le han afectado a los ojos y a los riñones. Tanto es así que ahora Chema está totalmente ciego y uno de sus hermanos le tuvo que donar un riñón.

Chema no deja de dar lecciones de vivir la vida con esperanza

Chema tiene Síndrome de Down y, lo cierto es que es imposible no verle con una sonrisa de oreja a oreja. Una sonrisa que contagia a los que están con él. En primer lugar a Fausto y a Auxili, sus padres, pero también a sus 7 hermanos.

Hoy le han acompañado tres hermanos, Sandra, Juan Luis y Efrén. Gracias a su sonrisa ''se nos hace más fácil todo por lo que ha pasado'', comenta Efrén Bermejo. En los momentos más difícles siempre ha estado ahí y ''eso nos ha dado mucha calma y alegría para seguir adelante''. Efrén fue quien le donó el riñón. ''Fue muy bonito darle la solución a su enfermedad''. Antes tenía que pasar tres veces por semana por diálisis.

Sandra Bermejo recuerda que Chema no quería entrar tumbado ese día al quirófano, y los celadores se lo permitieron. Iba con el rosario fluorescente. Juan Luis Bermejo comenta su rutina: lee el periódico (se lo lee Juan Luis), es muy organizado ''y nos organiza a los demás''. No sabe cómo lo consigue, está todo el día entretenido. Le gustan las esquelas y la información del tiempo, también el santoral. Es especialmente devoto de la Virgen del Rocío, el Carmen y Fátima (viajan todos los años).

Entre sus amigos, que ''él elige''. Monjas, médicos... incluso Mariano Rajoy. Coincidieron en el hospital cuando el hermano del expresidente fue tratado. Posteriormente de esos días, Rajoy fue a visitar a Chema a Talavera.