Rafael Vallejo es el director de Fluidmecánica Sur, empresa gaditana de Chiclana de la Frontera que hace 16 años construyó los bombos del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Desde entonces la empresa se encarga cada año de que los bombos estén a punto para que en el gran día, el 22 de diciembre.

A horas de que comience el Sorteo, Rafael Vallejo cuenta en Mediodía COPE que ya está todo a punto "hemos hecho la revisión, la puesta a punto y estamos pendientes del ensayo general que será esta tarde".

Todos vemos dos bombos, el grande que contiene los números y uno más pequeño del que salen las bolas de los premios. ¿Pero hay repuesto para ellos por si pasara algo? "Hay dos bombos más que están de reserva por si hubiera que utilizarlos, son los bombos conocidos como los de respeto".

Nunca ha hecho falta echar mano de ellos, pero si alguno de los bombos "principales" fallaran ¿cuánto tardarían en ponerse en marcha los de respeto? "No hay una aproximación, pero sería una hora o así, pero nunca lo hemos tenido que utilizar" recalca el ingeniero de la empresa responsable.

"Son máquinas y pueden fallar, pero nunca lo han hecho"

Fluidmecánica Sur es una empresa que se dedica a la construcción naval, pero en 2006 recibió el encargo de hacer los bombos para el Sorteo de Navidad, "recibimos el proyecto de hacer un bombo similar al que había, pero de mayor diámetro; trabajamos mucho para el Ministerio de Defensa y alguien del ministerio sabía de nuestra experiencia para hacer esta maquinaria y nos lo propusieron y de ahí el mantenimiento y la puesta a punto cada año el día antes del Sorteo".

Con los mismos materiales que los originales, la construcción de los nuevos duró ocho meses. Rafael Vallejo que mañana estará muy cerquita de los bombos aunque fuera del plano televisivo estará durante todo el Sorteo pendiente de que todo salga bien, "varias personas nos turnamos para accionarlos. Nuestro principal objetivo es que salga todo bien, como son máquinas pueden fallar y por ello tenemos un poquito de tensión", por ello, para el ingeniero que, por cierto, ha confesado que no juega a la Lotería, "mi premio es que el sorteo salga todo bien".