La presencia de tablets, ordenadores u otros elementos tecnológicos en los centros escolares e institutos refleja que la digitalización es un hecho. Pero es no impide que siga siendo una cuestión de debate. Genera muchos beneficios, pero también se alerta de mayores distracciones para los alumnos.

Quizás en el termino medio esté el camino ideal. Cada asignatura es diferente y la enseñanza de cada materia requiere unas necesidades. Y algo parecido a esto es lo que piensa el protagonista de la siguiente historia que te contamos. Su nombre es Fernando de la Cueva. Es profesor de matemáticas en un instituto de Zaragoza. Sus alumnos, que cursan 2º de la ESO, van a dar la asignatura con libros en formato papel. Va a ser la única del curso que no emplea e-books.

Para poder llevar esto a cabo, Antonio ha tenido que conseguir esos libros. Gracias a la ayuda de otros centros o familias que han colaborado. En concreto, el libro corresponde a una edición del año 2008 con el que dará clase este curso. El profesor ha pasado por Mediodía COPE y reconocía que ve “bastante riesgo de distracción en una asignatura como las matemáticas”. Fernando, con el fin de ejemplificar sus argumentos, explicaba que “cambiar o modificar una escala, o dibujar con un compás” es mucho más cómodo hacerlo con papel en mano.

Preguntado por la aceptación que ha tenido su la aplicación de esta iniciativa, remarcaba que “la gente que me ha venido a ver me lo ha agradecido”. Con los compañeros de departamento en el instituto donde da las clases, tampoco ha tenido mayores problemas, aunque si que ha tenido problemas con el claustro por la reticencia mostrada para volver a utilizar libros.

Pero Fernando de la Cueva no niega las ventajas que aportan los avances digitales. De hecho, reconoce hacer “una cosa mixta”. También utiliza vídeos, les envía enlaces a sus alumnos o cualquier contenido que les pueda resultar interesante para su enseñanza.