El próximo sábado, la catedral de Sevilla acogerá la beatificación de 27 nuevos mártires vinculados a la Orden de Predicadores. 20 eran frailes dominicos en Almagro (Ciudad Real), 5 frailes y 1 laico de Almería y la religiosa del convento de Huéscar, sor Ascensión de San José. Los 27 serán beatificados por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Fructuoso Pérez Márquez era un periodista que trabajaba en el diario católico almeriense La Independencia: "Empezó con cargos pequeños, pero luego llegó a ser el director y ejercía según su ideario cristiano", explica su nieta, M.ª Ángeles Pérez. Tiene 71 años y lleva toda la vida oyendo hablar de su abuelo, al que no llegó a conocer.

Fructuoso era miembro de la Fraternidad Laical de Santo Domingo y fue asesinado en agosto de 1936, durante la persecución religiosa que tuvo lugar en nuestro país: "Estaban en su casa comiendo un día y llegaron los milicianos y los detuvieron. Eran cuatro hermanos y, cuando vieron que detenían a su padre, las dos hijas se echaron a llorar. Mi abuelo les dijo que no lloraran. Que se portaran bien; que cuidaran a su madre, que estaba pachucha y que, si no los veía más, que en el Cielo los esperaba", recuerda su nieta.

Según los testigos, Fructuoso fue fusilado en la playa de La Garrofa, en Almería, junto a otros compañeros, mientras gritaba “¡Viva Cristo Rey!”. El Papa Francisco reconoció su martirio en 2019: "Esto para nosotros ha sido algo que hemos vivido toda la vida como algo especial, como un regalo o un don del Cielo que teníamos. Y todos hemos participado de esa satisfacción y de esa alegría de tener un familiar en el Cielo", concluye M.ª Ángeles Pérez.

Fructuoso Pérez es el único laico que será beatificado el sábado en la catedral de Sevilla, junto a otros 26 mártires: una religiosa dominica y 25 frailes dominicos. Uno de ellos es el padre Tomás Morales Morales, natural de El Carrizal, al sur de Gran Canaria: "Mi madre siempre dijo de él que había sido un privilegiado. Que era un niño muy pequeño, que había hablado y decía oraciones, no palabras. Lo único que decía era 'sólo Dios y nada más' y era muy espiritual desde pequeño". Quien lo recuerda así es su hermana, Antoñita Morales, que tiene 95 años.

Con 12 años, el pequeño Tomás Morales se fue a estudiar al noviciado de los dominicos en Almagro, Ciudad Real y, después, fue destinado al convento de los dominicos en Almería. "Daba clase allí, en Almería, porque hablaba griego y árabe. Tenía mucha facilidad para los idiomas", explica su hermana.

Fray Tomás fue detenido junto a otro compañero y fueron encarcelados antes de ser llevados al martirio en Tabernas, en Almería: "Habían estado hablando de la posibilidad de morir y él había dicho que estaba preparado para el martirio. Había sido una persona que había animado mucho a los otros cuando supieron adónde los llevaban. Por eso pienso que fue muy valiente", recuerda emocionada Antoñita, que viajará desde Gran Canaria a Sevilla para participar en la beatificación de su hermano y de sus 26 compañeros de martirio.

Quien los conoce bien a todos ellos es el prior del convento de Santo Tomás de Aquino de los dominicos en Sevilla, fray Emilio García: "Todos ellos, con más o menos dificultades, pero también con el fortalecimiento de la vida comunitaria, ya que se apoyaron unos a otros indiscutiblemente, y aquellos que podían estar un poco más vacilantes recibieron de sus hermanos la confirmación de que ese era el camino. Y de hecho, todos ellos dieron su vida por la fe".