Semana complicada para el presidente Sánchez que arranca con la resaca de la concentración de ayer en Colón para exigir el adelanto electoral y en defensa de la Constitución. Sánchez responde a golpe de tweet. Ha abierto un hilo - que se dice en el argot - o lo que es lo mismo una concatenación de mensajes en esa red social, que te no te obliga a contestar y puedes incluso bloquear a quien te molesta. 

Sánchez acusa a los independentistas y a las derechas de buscar la confrontación y de no haber entendido nada sobre la moción de censura. Quizás el error de origen lo tuvo quien con 84 diputados necesitó de los independentistas catalanes y de Bildu para sacar adelante una moción de censura que debía dar paso a unas elecciones. Pero Sánchez no quiere esas elecciones y de ahí la agonía de estos ocho meses de gobierno. Pero el presidente quiere aguantar y está presionando para que antes del miércoles ERC o el PDCAT retiren una de sus enmiendas a la totalidad de los presupuestos. Sánchez presiona ya con una fecha sobre la mesa. El 14 de abril, domingo de Ramos y día en el que se proclamó la segunda república. Aquí nada escapa del escaparate. Sánchez presiona a los independentistas a un día de que arranque el Supremo el juicio contra la cúpula política del Procés…no lo tienen nada fácil Sánchez aunque a ninguno les interesa un adelanto electoral. 

Y en la frontera de Venezuela con Colombia, en Cúcuta, se acumula la ayuda humanitaria enviada al pueblo venezolano. Expósito y el equipo de La Linterna están siendo testigos de la crisis humanitaria que asola al país y están recogiendo testimonios duros.