No sería quien soy sin mi fe

Escucha La Firma de José Luis Restán del lunes 14 de octubre

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No sería quien soy sin mi fe

No sería quien soy sin mi fe

Muchos de nuestros oyentes habrán visto estos días la imagen de Sammy Basso, un joven que padecía desde su nacimiento una enfermedad llamada progeria, que provoca un envejecimiento prematuro y consume el cuerpo de quienes la padecen. Sammy se había hecho famoso por su compromiso en el ámbito científico en el estudio de su patología, pero, sobre todo, por hablar públicamente de ella siempre con una sonrisa y una aceptación que no todos podían entender. Hace una semana, mientras participaba en la boda de unos amigos, a Sammy le sobrevino la muerte, para la que se había preparado concienzudamente. Un aspecto poco subrayado en la noticia, que ha recorrido el mundo, es su fe serena y profundamente razonable, que confiesa en la carta-testamento leída durante su funeral en Vicenza.

En ella proclama que ha vivido feliz, con momentos de alegría y de dificultad, a veces triunfando y otras fracasando estrepitosamente. Reconoce que la progeria ha marcado su vida profundamente, pero al mismo tiempo afirma que la enfermedad es solo una parte muy pequeña de lo que él es. “Nunca ha habido una batalla que pelear, afirma, sólo ha habido una vida que abrazar tal como era, con sus dificultades, pero aun así espléndida, un regalo que me fue dado por Dios… ¡el mundo es bueno si sabemos dónde mirar!”. Sammy reconoce que, como Jesús, tuvo miedo de la muerte. Pero esperaba acogerla, en palabras de San Francisco, como una hermana que le llevaría hasta Dios, a su Casa indestructible. “La fe me acompañó y no sería quien soy sin mi fe”, escribió Sammy, científico, luchador incasable y enamorado de la vida. Su última recomendación a sus amigos fue precisamente esta: “Dios, que en la persona de Jesús experimentó cada debilidad humana, y que en el Espíritu Santo vive siempre en nosotros, apreciará vuestros esfuerzos y los guardará en su Corazón”. Como escribió un poeta, cuando la risa y las lágrimas van juntas, es que se han abierto las puertas del Paraíso.

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