Lo que está pasando con el impuesto de sucesiones en algunas comunidades autónomas es una cosa de locos. Impuestos tan altos que mucha gente tiene que renunciar a su herencia porque no puede afrontar ese gasto. Un impuesto que puede llegar a convertirse en confiscatorio. Y, a veces, te deje directamente a la bancarrota. 

A lo duro que es perder a unos padres, se puede sumar algo peor: que lo que ellos te dejen después de toda una vida de esfuerzo, te lleve a la ruina. María Dolores vive en Sevilla y a pesar de haber renunciado a la herencia de sus padres, algo que habrá tenido que ser muy duro, se encuentra ahora con que todas sus propiedades y todo su dinero ahorrado han sido embargados. La Junta de Andalucía le reclama más de 800.000 euros por el impuesto de sucesiones y los intereses, que día tras días, van creciendo. La propia María Dolores ha contado su historia en 'La Tarde' de COPE. "Mi padre fallece en el año 2012. Después, lo hace mi madre en 2015. Y al cabo de unos ocho meses, me llega una carta de la Junta diciéndome que yo tendría que haber liquidado el impuesto de mi madre y ya llega con sanciones. Al decirme en esa carta que he llegado tarde, soy yo la que comunica que también mi padre había muerto años atrás. Días después, me reúno con la funcionaria de la Agencia Tributaria y me hacen una liquidación por mi madre. A ella le salen unas cantidades espantosas para pagar y me dijo que si hacía el acta de conformidad, se me hace una pequeña rebaja. Yo firmé, dentro de mi desconocimiento. Y ése fue mi gran error", ha señalado.

Según María Dolores, "las valoraciones que hacen de las propiedades de sus padres son desproporcionadas". "Valen menos de la mitad de lo que se me reclama", ha asegurado. Fruto de esa deuda, a esta sevillana le han embargado todos los bienes. "Tengo embargado todo lo que era mío, incluyendo mi casa. Todos los ahorros que yo tenía, también. Media propiedad de un piso en la playa y un aparcamiento... Todo lo que tengo", ha dicho. 

Armando Rozados, su abogado, reconoce que su cliente ha sido víctima de "cierta desidia y desconocimiento", pero advierte de que eso le puede pasar a cualquiera. "Fallece el padre y no hacen nada. No reparten nada. No arreglan los papeles. Firmes o no firmes te levantan el acta de conformidad, y de ese acta se deriva la liquidación y la descomunal deuda. Ella no ha llegado nunca a aceptar la herencia, porque Hacienda presume que al estar en el testamento ya heredas. Y tú tienes que aceptarla de forma voluntaria", ha dejado claro su letrado.