Manuel García viejo y Miguel Pajares, que fallecieron por ébola, eran misionero en Sierra Leona. El hermano García Viejo era médico y estaba al frente del hospital que la órden de San Juan de Dios tiene en la ciudad de Mabesseneh. El centro estuvo en cuarentena por la epidemia y cuando volvió a abrir se puso al frente el hermano Michael Koroma, “hemos superado la muerte de las personas, ahora estamos pensando en sobrevivir ya no pensamos en la epidemia sino en seguir adelante”.

El hermano Koroma se encuentra en España participando en un congreso de bioética que organiza su orden, la de San Juan de Dios, donde está explicando la situación que se está viviendo en su país, Sierra Leona, después de aquella brutal epidemia y tras los corrimientos de tierras de este verano,  “ya no recibimos casos de ébola, recibimos pacientes normales de malaria, tifus, diabetes” dice el hermano Koroma que lamenta no recibir apoyo del Gobierno de Sierra Leona para ayudar a los niños huérfanos que “reciben muy poca ayuda”.

Hace tres años, en medio de la epidemia de la enfermedad, el hermano Michael decía, “el ébola ha hecho que la gente sea más pobre, el poder económico de la gente se ha reducido”. Un escenario que ha cambiado poco, “la situación del hambre no ha mejorado, tenemos muchos niños desnutridos, el Gobierno está intentando buscar dinero y ha subido los impuestos, es muy difícil encontrar trabajo, la situación es muy difícil”.

¿Os sentís olvidados? "La situación de las personas después del corrimiento de tierras es muy complicada porque estamos en momento de lluvias, es difícil adquirir comida, hay mucha corrupción y hay mucho que hacer, no nos sentimos abandonados por la comunidad internacional pero la comunidad internacional no confía en nuestro gobierno".