Usar los bastoncillos de algodón para limpiarse el oído puede tener consecuencias nefastas para la salud. Tanto es así que países como Francia van a dejar de fabricarlos a partir de 2020. Medidas que en las últimas horas habrá ganado adeptos tras conocer el gravísimo percance que ha sufrido un joven de 31 años, que padeció una infección cerebral acompañada de fuertes convulsiones, dolores de cabeza, náuseas y vómitos como consecuencia de los restos de algodón que se fueron acumulando con el tiempo en el oído izquierdo. Estuvo a punto de perder la vida.

Uno de los detractores de su uso es el médico de ‘La Tarde’, el doctor Esteban Pérez Almeida: “Es nefasto para el aparato auditivo. Lo peor es que desde pequeños sometemos a los niños a la limpieza de los oídos con estos artilugios. Los otorrinos en general lo desaconsejan.”

Pérez Almeida ha alertado además que buena parte de las otitis que sufre la población están provocadas por los bastoncillos: “Los restos de algodón que se van acumulando en la zona provocan infecciones que generan dolor. Si además sigues enredando y manipulando la zona, la infección irá a más, y hay que recordar que la distancia que separa el oído del cerebro es muy corta.”

Otro de los errores frecuentes que cometemos, según el doctor, es empujar con estos bastoncillos la cera hacia arriba, generando un tapón: “La cera cumple una función protectora en los oídos. Si las eliminamos, el aparato auditivo queda desprotegido, propiciando las bacterias y las otitis.”

El doctor Almeida lo tiene muy claro: “La mejor manera de limpiar los oídos es, después de ducharse, introducir una toalla en la zona. Al hacerlo, saldrá un poco de cera, pero no toda. La cera protege el oído, no es suciedad”.