En lo que llevamos de verano, según datos del Sistema de Información de Incendios Forestales Europeos, el fuego ya ha arrasado más de 220 mil hectáreas, lo que supone un área similar a la Isla de Tenerife. Más de la mitad de la superficie que ha ardido en España en lo que va de año ha sido en este mes de julio, que aún no ha terminado.

La primera ola de calor del año, en junio, dejó 23 provincias afectadas por los incendios. La segunda ola de calor la hemos vivido este mes y ha supuesto otra oleada de incendios, que aún continúa. Hasta ahora, la provincia de Zamora ha sido la más castigada por los fuegos este 2022.

Cada vez que ocurre un acontecimiento de este tipo surge la misma pregunta: ¿es debido al cambio climático? Javier Martin Vide, Catedrático de Geografía Física en la Universidad de Barcelona establece que “es difícil atribuir un fenómeno al cambio climático, aunque cada vez mas se avanza en esos estudios de atribución. Estamos viviendo una nueva realidad, la realidad del calentamiento global. Y los datos indican que existe un aumento de la temperatura que generan olas de calor que propician los incendios”.

“Esto forma parte de lo que se lleva décadas anunciando”, dice Fernando Valladares, científico del CSIC y profesor de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Además, “la temperatura seguirá aumentando y la lluvia se reducirá, por lo que el problema cada vez será más critico en nuestro país. Cada vez habrán más incendios forestales”, añade el catedrático Javier Martin Vide.

“Mejorar la gestión de los bosques e incrementar la presencia de las personas en el campo es un medio muy eficaz para evitar esta plaga de incendios durante los veranos”, considera Valladares.