Siempre ha existido la hipótesis de que las rocas de Lanzarote son parecidas a las que están presentes en un paisaje marciano (Marte). Sin embargo, ahora queda demostrado que esto es cierto gracias al desarrollo de una investigación liderada por el Instituto de Geociencia del CSIC, en colaboración con la universidad Complutense de Madrid y el Instituto Volcanológico de Canarias.

Jesús Martínez Frías, es investigador del Instituto de Geociencia del CSIC. Ha explicado en ‘La Tarde’ los descubrimientos y avances que se han desarrollado a través de estas investigaciones. “Lanzarote se parece en materiales a Marte y a la Luna, se pueden sacar también similitudes con algunos asteroides”, asegura. La comprobación que hemos hecho es que “hay determinadas rocas de Lanzarote que desde el punto de vista mineralógico, petralógico y geoquímico tiene semejanzas con las zonas donde aterrizó el apolo 14 en la Luna”, subraya.

“Llevamos trabajando en los análogos planetarios muchísimos años, pero este es el resultado científico y formal”, explica el investigador. Este primer artículo ha sido publicado por un estudiante de Máster, Fernando Albertilla quien ha publicado el artículo en una revista del grupo Nature.

Además, a través de esta investigación, es la primera vez que a través del trabajo de máster han decidido fabricar un simulante oficial con reconocimiento internacional. Algo a destacar, ya que el número de simulantes no supera los diez

En Lanzarote tienen en proceso el desarrollo de un estudio desde el punto de vista de los materiales. Según los resultados, los basaltos se asemejan a los presentes en el planeta Marte, pero hay que tener en cuenta que este ha sufrido procesos geológicos “y que ha estado vivo desde el punto de vista geodinámico”, subraya.

Con estos estudios, se demuestra que el hecho de mandar seres humanos a la Luna hace décadas ha tenido su utilidad con dos objetivos:

En primer lugar, para extraer materiales de la Luna. Y en segundo lugar para poder investigar las futuras visitas a la Luna.

"Conecta nuestro pasado remoto con lo que pensamos hacer en el futuro"

"La Luna es un fósil gigantesco que nos habla de nuestros orígenes porque se formó por el impacto contra la Tierra", explica. Además, es una plataforma espectacular ya que es el nexo que “conecta nuestro pasado remoto con lo que pensamos hacer en el futuro”, señala.

Por otro lado, destacar que el envío de material al espacio es costoso, ya que el coste para enviar un kilo de material al espacio es de un billón de euros. Con estas investigaciones “estamos buscando recursos que nos permitan usarlos in situ”, apunta. Para poder aplicarlos en plantas, alimentos, oxígenos, pistas de aterrizaje, ya que de esta forma no habría necesidad de llevar los recursos de la Tierra.

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Por último, el experto ha señalado que en enero de este año mandaron un segmento de basalto para que orbitase alrededor del planeta Tierra. De esta forma los investigadores pretenden averiguar cómo se deteriora esta materia. Esto es un experimento geológico y astrobiológico que “ayudará a conocer cómo es nuestro satélite, nuestro planeta y las condiciones de habitabilidad de los astronautas.