Los gobiernos de Arabia Saudí y Baréin han retirado el permiso de operaciones a la aerolínea catarí Qatar Airways y han ordenado el cierre de todas sus oficinas en sus respectivos países en un plazo de 48 horas, un día después de que ambos rompiesen relaciones diplomáticas con Doha.

La orden emitida por la Autoridad General de Aviación Civil saudí también le retiró el permiso que había concedido a todos los trabajadores de Qatar Airways, según un comunicado difundido por la agencia oficial saudí, SPA.

Horas después, el Gobierno de Baréin anunció medidas similares contra la aerolínea catarí.

Por su parte, el Gobierno egipcio ha anunciado la interrupción de todos los servicios postales con Catar, según un comunicado de la agencia oficial, MENA.

Además de Arabia Saudí y Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto también han roto relaciones con Doha y anunciaron el cierre de sus respectivos espacios aéreos a las aerolíneas cataríes.

En Doha, la capital de Catar viven muchos españoles, entre ellos Geles Rivera, arquitecta que lleva viviendo ya cinco años en el país que desde este lunes no sale de su asombro ante lo que está ocurriendo, "nos ha pillado de sorpresa y se junta con el pánico que está comenzando a tener la gente y quizá eso es lo más peligroso".

A través de redes sociales se comenzó a pasar el rumor de desabastecimiento de productos básicos, y la gente se lanzó a la calle cuenta Geles que ni siquiera pudo entrar en el super, "no pude comprar porque había tantas colas, estanterías vacias, nunca había visto tantas colas, muchos rumores y cada vez se hacía más grande. Hoy no hay huecos, no hay leche pero han rellenado los huecos con otras cosas".

En la empresa en la que trabaja Geles dieron permiso para salir antes, "fue gracioso porque los grupos de WhatsApp a veces informan, pero otras veces alertan y mi jefe se puso nervioso, se levantó y dijo quien tenga hijos puede irse ahora mismo de la oficina a comprar y así lo hicieron".

"Todo es muy delicado y quienes acusan, no sé si pueden hablar mucho ellos. Esto a mí, desde la ignorancia política, me parece más un complot" reflexiona Geles que añade "todo pasó muy deprisa ayer, venía una amiga mía y de repente cortaron los vuelos y se casa en dos semana en España y no podía quedarse atrapada. Aquí hay mucho movimiento de personas, de mercacias".