Ni espías ni persecuciones: así es como los detectives privados consiguen destapar un caso fraudulento de baja laboral
Óscar Rosa revela en ‘La Tarde’ cómo es el día a día de un detective privado

Detective privado vigilando desde el coche
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los referentes que nos ha dejado el cine y la novela policíaca han traído consigo una imagen un tanto legendaria. Alejado de la imagen del agente solitario, con gabardina y revólver que ha popularizado el cine y la literatura, Óscar Rosa, detective, profesor y escritor, ha explicado cómo es este tipo de trabajo y la realidad que se esconde detrás de esta profesión.
Rompiendo mitos: así es el verdadero trabajo
La mítica imagen que se nos viene a la cabeza cuando escuchamos “detective privado” es cosa del pasado. Óscar Rosa ha sido claro al respecto, especificando que no llevan pistola. Este es uno de los muchos mitos que el experto ha comenzado a desmentir, seguido de la creencia de que los detectives llevan un estilo de vida poco saludable: “No por ser detective privado bebemos más o bebemos menos”.
Respecto a la alimentación, Óscar ha explicado que tienen una cuenta, detective gourmet, en la que “el detective privado sabe bien aprovechar esos buenos momentos de la comida”, afirmando que muchos de ellos cuelgan en redes sociales “fotografías cuando están haciendo una vigilancia, y algunos se llevan un táper ya preparado con comida saludable”.
El experto ha hecho una distinción entre “detective” y “espía”, destacando que el espía trabaja para un gobierno y un país, mientras que el detective trabaja en el sector privado, “aunque también puede trabajar para administraciones públicas”, ha aclarado. Los clientes de un detective son muy variados: “Desde aseguradoras, despachos de abogados, entidades bancarias, empresas privadas o administraciones públicas, o un particular”, ha ejemplificado.
El detective al servicio de la gente
Los detectives privados se dedican a día de hoy a una gran variedad de asuntos. El ejemplo más habitual es el de los caseros que quieren investigar a sus inquilinos para saber si son buenos pagadores o si respetarán el contrato de alquiler; a raíz de aquí, “tomas la decisión de si lo quiero como inquilino o no”.
Otro ámbito de trabajo en auge es todo lo relacionado con custodias compartidas. En estos casos, el detective investiga si los padres están cumpliendo los horarios que tienen establecidos y las condiciones a la hora de entregar a los hijos.

Detective buscando una investigación
Las aseguradoras son otro cliente bastante común, especialmente con los posibles fraudes, “desde dos vehículos que las personas se ponen en contacto con la aseguradora para decir que han tenido un siniestro” hasta bajas laborales fraudulentas. Óscar explica que este tipo de investigaciones pueden confirmar “que esa baja no es una baja real, que se está aprovechando para tener un segundo trabajo, percibiendo unos ingresos no oficiales o bien disfrutando de un tiempo libre”.
La tecnología y el coste del servicio
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En esta profesión, como en cualquier otra, hay un límite: “Las investigaciones tienen que cumplir una legalidad y tienen que tener un interés justificado”, ha subrayado Óscar. Aspectos como sacar fotografías, “siempre que sea en la calle o en una terraza”, sí son válidas en caso de tener que ir al juzgado para ratificar su informe.
Dependiendo del tipo de investigación, el precio varía: “Lo habitual es que el detective privado haga un presupuesto basándose en una pre-investigación que va a tener que hacer con esos datos que el cliente le va a facilitar”. El experto aproxima que, para una investigación de baja laboral, “entre unos 1.500, 1.800 y hasta 3.000 euros”. A pesar de que la cantidad pueda parecer elevada para cualquiera, el detective ha recalcado que "esa inversión que va a hacer lo tiene más que amortizado".