Tal día como hoy, un 16 de abril de 1889, nacía uno de los artesanos del cine más reconocible de sus primera décadas de vida: Charles Spencer Chaplin. Director de clásicos como “Luces de la ciudada”, “El chico” o “Tiempos modernos” habría cumplido hoy 130 años, con un bagaje cinematofrágico marcado por su sensibilidad y ternura. Su nieta, Geraldine Chaplin, recordaba en una entrevista su última obra, “Candilejas”, como una carta de despedida que incluye una reflexión sobre el estado de la profesión de cineasta.

En La Tarde de COPE hemos recordado al maestro Chaplin con Ignacio Armada, profesor de Historia del Cine en la Universidad San Pablo CEU, que aconseja al director y especialmente sus cortometrajes como primer paso para los niños muy pequeños para introducirse en el mundo del celuloide. “El gran encanto de Chaplin era que el slapstick (comedia física muda) se comunicaba muy bien, transmitía muy bien los sentimientos” analiza Armada. Chaplin, en palabras del profesor, siempre fue un gran oportunista que “se apoyó en ese slapstick para relanzar su carrera”. Y es que tanto Chaplin como el también realizador George Méliès son el mejor inicio para un niño al cine.

Como figura del mundo del cine, Chaplin en realidad ganó gran cantidad de premios, pero tuvo una relación difícil con la industria. “Fue la primera gran estrella en una época donde el cine no era considerado un gran patrimonio cultural, y con su cine empezó a considerarse arte, pero además entretenimiento” asegura Ignacio Armada. Sin embargo, películas como “El maquinista de la General” de Buster Keaton demuestra que eran películas muy difícil de producir. “Lo que diferenciaba a Chaplin es la parte emocional. Además de ser el primero que, siendo cómico, dirige sus películas. Era un hombre de muchas ideas” concluye el experto en Historia del Cine.