

"Hambruna, asedio por tierra, mar y aire e incomunicación; un apagón total para ocultar lo que está pasando en Gaza"
Pilar García Muñiz analiza las claves que marcan la actualidad de este jueves, 18 de septiembre
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"Se llama Babel Smotric. Es el ministro de finanzas del gobierno israelí, un colono con fama de duro y extremista en un gobierno ya de por sí muy radical. Acudió a un encuentro con agentes inmobiliarios y fue bastante claro.
Su gobierno y Estados Unidos ya negocian para repartirse Gaza cuando acabe la guerra, porque esa tierra es un gran negocio inmobiliario. Solo estorban los gazatíes que todavía no se han marchado y a quienes nadie en la región les quiere acoger.
Acabada la guerra, comenzará a gestarse eso que cuando lo anunció Donald Trump muchos creíamos que hablaba en broma. Los inversores huelen negocio. Se prepara el pelotazo, el proyecto para la riviera de Trump en las ruinas de Gaza. Vaciar el territorio para construir un gran centro turístico y tecnológico. Smotric dice que Gaza puede ser un gran negocio inmobiliario que se paga por sí mismo.
La lógica del dinero es aplastante. Israel dice, está gastando mucho en esta guerra y llegará el momento de dividirnos la Tierra con los americanos. Completada la demolición, sentencia, llegará la hora de construir.
El ministro de finanzas, ha sido sincero, brutal, como suena. Antes habrá que dejar una tierra sin habitantes al precio que sea. En las últimas 24 horas han muerto 81 personas según el balance que hacen las morgues de los hospitales. A las puertas de uno de ellos murieron ayer 13 miembros de una misma familia. Estaban a punto de huir de allí, de Ciudad de Gaza.
La ocupación total de la ciudad puede durar todavía varios meses, vaticinan los expertos. Y el gobierno de Israel no quiere testigos. La prensa internacional sigue sin poder entrar a la franja y ayer todo el territorio se quedó sin internet ni teléfonos.
Hambruna, asedio por tierra, mar y aire e incomunicación. Un apagón total para ocultar lo que está pasando. La cruda realidad de la guerra va mucho más allá de nuestras polémicas domésticas sobre lo que es o no es un genocidio.
La frivolidad de Eurovisión a la última ocurrencia de un fiscal general del Estado que a punto de sentarse en un banquillo pretende ahora investigar los crímenes de Gaza. Esta misma mañana la Organización Mundial de la Salud ha alertado de que los hospitales que todavía siguen en pie están al borde del colapso.
No se pueden entregar suministros vitales a los pacientes que abarrotan estos hospitales. ¿A dónde va a ir esa gente si no pueden siquiera ponerse en pie? Me pregunto. En medio de semejante calamidad, siempre habrá gente que haga negocio, dispuesta a ganar mucho dinero edificando sobre las ruinas de una tierra devastada.
Alguno dirá que es la lógica de la guerra y que no es la primera vez que ocurre, cierto, pero no por ello es menos brutal y miserable. Al ministro de finanzas y rallyí se le ha entendido todo. Sinceridad brutal. Y mientras, pues ya lo escuchas, los tanques siguen entrando y la guerra continúa"