"Los compañeros de Belén, asesinada, esperan que esta sentencia sea ejemplar, que su muerte no haya sido en vano y que las administraciones tengan los medios y la seguridad que necesitan para poder hacer su trabajo"

Era la noche del 9 de marzo. A Belén le tocaba el turno de noche en el piso tutelado a su cargo en una urbanización de Badajoz. Era educadora social. En la mochila se llevaba amenazas más o menos veladas, más o menos intensas de los menores que estaban a su cargo. Ella sola frente a cuatro a adolescentes bajo tutela de la Junta de Extremadura. Aquella noche del pasado 9 de marzo, Belén, educadora social 35 años, no volvió a casa. Fue su última guardia. 

Dos de los menores, dos chicos de 14 y 15 años, la asesinaron cuando intentaban fugarse del piso. Tres de los cuatro menores cumplían medidas judiciales dispuestas por el juzgado de menores por diversos delitos y estaban allí en ese piso tutelado en un entorno que facilitase su reinserción. Pero aquella noche todo se precipitó. Querían escapar. Y Belén, sola frente a cuatro, intentó impedirlo. Uno de los chavales retó a ver si se atrevía a cargársela. 

Belén fue golpeada y estrangulada con un cinturón hasta su muerte. Junto a una chica de 17 años, dos de los ocupantes del piso salieron a la calle y huyeron precisamente en el coche de Belén. Sufrieron un accidente y fueron detenidos. Horas después, el cuerpo de la educadora social fue encontrado por la policía. La sentencia del juzgado de menores de Badajoz, que acabamos de conocer, da la razón a las protestas de los compañeros de Belén. Reconoce, entre otras cosas, que no había suficientes medios para proteger a los menores ni a sus cuidadores, que Belén no podía estar sola frente a cuatro chavales catalogados como de alto riesgo. 

La sentencia condena a los dos chicos de 15 y 14 años a 6 años de internamiento cerrado en un centro de menores. Es la pena máxima que marca la ley para esa edad. Cuando cumplan la mayoría de edad, el juez tiene que decidir si cumplen el resto de la pena en el mismo centro o si ya pasan a una cárcel convencional. La chica de 17 años ha sido condenada como cooperadora necesaria a 5 años de internamiento. Los compañeros de Belén denuncian que algunas de las cosas que les prometieron en junio tras el juicio no se han puesto en marcha todavía.

Por ejemplo, que haya vigilantes en estos pisos, que los educadores tengan un botón del pánico con el que poder avisar si son agredidos o si sufren amenazas y que haya además dos cuidadores siempre por piso. La Junta de Extremadura promete que se va a hacer, que las medidas se recogen en un protocolo que ya está firmado, pero ahora las elecciones del próximo 21 de diciembre lo paran todo. Inés Solomando es compañera de Belén, secretaria del Colegio de Educadores sociales de Extremadura.

La familia dentro de la tragedia está satisfecha porque se reconozca la responsabilidad de la Junta de Extremadura. Raúl Montaño es abogado y portavoz de la familia de Belén.

Tendrán que indemnizar con 640,000 € a los padres, el hermano y la pareja de Belén. Belén trataba de educar a los chicos que le mataron, de corregir conductas y darles una nueva oportunidad en la vida. Aquella madrugada no volvía a casa. Sus compañeros, sus compañeros educadores sociales de toda España esperan que esta sentencia sea ejemplar, que la muerte de Belén no haya sido en vano y que las administraciones tengan los medios y la seguridad que necesitan para poder hacer su trabajo.