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No tiene nada que ver una cosa con la otra pero también es mala suerte que el día en que se pone en marcha una de las medidas estrella del Gobierno de las últimas semanas, la solicitud de los abonos gratuitos de RENFE para trenes de media distancia y cercanías coincida con el caos en la línea del AVE Madrid -Barcelona.

Mala suerte aunque lo importante es señalar la acción delictiva e inaceptable del individuo que ha robado 600 metros de fibra óptica en Tarragona y que ha causado la parálisis del tráfico ferroviario y el enfado y desesperación entre los viajeros.

A eso de las 12 de la mañana por fin se pudo restaurar la circulación aunque con muchos retrasos. No son buenos tiempos para los viajeros. Hoy Ryanair recupera una huelga que si nadie lo remedia será todas las semanas de lunes a jueves hasta el mes de enero.

Y hemos estado toda la mañana pendientes de la reunión telemática de las ministras de transición ecológica Teresa Ribera y Reyes Maroto de Industria y Turismo con los responsables del área de las diferentes comunidades autónomas para intentar llegar a cierto consenso sobre las medidas incluidas en el decreto ley de ahorro energético aprobado por el gobierno justo hace una semana.

Después de la polémica por obligar a una temperatura máxima y mínima de los termostatos en edificios público y hostelería y al apagado de luces de edificios y escaparates a las 10 de la noche, el gobierno hace esta reunión tras las críticas por falta de consenso.

Primero se decreta y después se busca el consenso en vez de buscar primero el consenso y luego aprobar el decreto. Es justo empezar la casa por el tejado.

Te recuerdo que el miércoles entran en vigor las medidas y tiene pinta de que va a ser un carajal importante. Es lo que ocurre cuando se adoptan medidas no pactadas, no bien explicadas y que van contra el sentido común.

La reunión ha servido de poco. El Gobierno mantiene el decreto tal cual y la Comunidad de Madrid ya ha anunciado que va a recurrir ante el Tribunal Constitucional.

Y así vamos pasando este verano de 2022 entre la guerra de los termostatos, el calor que sigue sin dar tregua y los incendios que continúan calcinando buena parte de nuestro territorio.