El periodista Jalis de la Serna ha recibido el Premio Iris 2018 por su trabajo en el programa de La Sexta 'Enviado especial'. En 'La Noche de COPE' le contaba a Adolfo Arjona: “Intentamos hacer reportajes lo más interesantes posible, tocamos todo tipo de temas, y no rehuimos ir a ningún sitio”. “Una zona hostil es aquella en la que se corre algún riesgo ejerciendo el periodismo; del programa 'En tierra hostil' evolucionamos a lo que hacemos ahora en 'Enviado especial', con asuntos de medio ambiente, sanidad... tocamos temas sociales que nos afectan a todos de alguna manera; seguimos yendo a lugares realmente hostiles, pero hacemos reportajes de todo tipo”.

Sobre su método de trabajo, Jalis de la Serna explica: “Tengo una redacción súper potente con grandes periodistas que hacemos una gran labor de documentación previa, cuando vamos a hacer un reportaje, hemos estudiado mucho sobre ese asunto. Y cuando viajas, es el momento de la verdad... le das al botón de grabar e intentas contar las cosas de la forma más directa y más cercana posible para los espectadores”.

El periodista le contaba a Adolfo Arjona que sí ha temido por su vida en alguna ocasión, como cuando fue a hacer un reportaje a las minas de Coltán, en El Congo: “Nos metimos en la mina sin pensarlo, pero los caminos hasta llegar tienen precipicios a ambos lados, no sabes qué pericia va a tener el conductor... para llegar las pasamos muy canutas y después de manera muy inconsciente nos metimos en la mina”. Relata cómo fue otro de los episodios en los que él y su equipo realmente temieron por su vida: “Durante el conflicto bélico en Ucrania, los grupos rebeldes asaltaron los polvorines del ejército ucraniano y había muchas armas en circulación; hubo un momento en que los rebeldes, los prorrusos tenían cierta animadversión hacia la prensa internacional, te veían con una cámara te encañonaban y cargaban el kalashnikov, podía pasar al día cuatro o cinco veces”.