El todopoderoso narcotraficante Pablo Escobar, el séptimo hombre más rico del mundo (según la revista Forbes del año 1987), el Robin Hood para muchos colombianos de barrios humildes y el mayor asesino de Colombia para otros... Aquel hombre, prefirió encontrar la muerte en el tejado de una humilde casa del barrio de Los Olivos, en Medellín, que entregarse a las autoridades. Ocurrió el 2 de diciembre de 1993. Tenía 44 años y un día. Es el suceso que destaca el equipo de 'La Noche de Adolfo Arjona' de las efemérides ocurridas en el año 93. Un relato apasionante que te atrapará en la voz de Adolfo Arjona.
Pablo Escobar y su mujer, a la que llamaba 'Tata'
EL RELATO DE LA MUERTE DE ESCOBAR
Pablo Escobar había permanecido escondido durante su último año y medio de vida. Un tiempo en el que se vio sin dinero, sin lujos, sin amigos y sin su familia. Demasiado tiempo huyendo de la Agencia antidroga americana (DEA), del ejército colombiano y de los PEPE (los Perseguidos por Pablo Escobar). Cuando toda esa tensión se mantiene durante un año y medio... se empieza a cometer errores. Y Pablo Escobar comenzó a tenerlos.
Las llamadas a su mujer e hijos se hacían cada vez más frecuentes y descuidadas. Intentaba explicarles que quería volver a entregarse al gobierno colombiano, pero con la condición de que no lo extraditaran a una prisión de Estados Unidos. Antes morir que rendir cuentas a un tribunal americano.
En el enredo de aquellas conversaciones El Patrón olvidaba, por momentos, que todo un ejército colombiano intentaba localizar su ubicación. Y así fue cómo, a las cinco de la tarde del 2 de diciembre de 1993, el hijo del coronel Hugo Martínez, (el responsable del Bloque de Búsqueda), interceptaba la conversación entre Pablo Escobar y su hijo Juan Pablo. En ese momento decenas de agentes rodeaban una modesta vivienda en el barrio de Los Olivos.
Pablo Escobar y su hijo Juan Pablo
Al verse atrapados, el único sicario que acompañaba a Pablo Escobar comenzó a disparar, pero fue abatido en el momento. En el interior de la vivienda se encontraba Escobar disparando mientras huía por la ventana hacia el tejado. Los hombres del coronel Hugo Martínez, aquellos que habían enterrado a tantos compañeros muertos en la encarnizada guerra abierta por el narcoterrorista contra el gobierno de Colombia, abrieron fuego de nuevo. Algunos desde la vivienda, otros desde abajo... desde la calle.
PABLO ESCOBAR SUPO QUE HABÍA LLEGADO SU FIN
Aquel 2 de diciembre Pablo Escobar supo que había llegado su momento. Sintió un dolor intenso en su hombro e inmediatamente un dolor insoportable entre sus dientes. Según el estudio forense, la primera bala que le alcanzo le entró por el hombro y le reventó varias piezas dentales. El segundo disparo le impidió levantarse... le habían dado en la pierna. Sobre la tercera bala alojada en su cuerpo siguen existiendo distintas teorías. La versión oficial es que fue un miembro del Bloque de Búsqueda quien lo mató. Otros dicen que fueron sus enemigos de otros clanes de la droga, que se habían dado cita en el barrio de Los Olivos. La tercera teoría, la defendida por su familia, asegura que Pablo Escobar, al verse atrapado, se pegó un tiro.
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Lápida donde yacen los restos de Pablo Escobar
La imagen de Pablo Escobar yacente, ensangrentado, descalzo, con la camiseta subida dejando ver su estómago, junto al agente de la DEA Steve Murphy y miembros del Bloque de Búsqueda posando a su lado como si de un trofeo de caza se tratara, dio la vuelta al mundo. Una fotografía que acreditaba que Colombia y Estados Unidos habían acabado con su enemigo público número uno en la década de los ochenta.
“Los primeros cinco o seis meses desde que se fugó de la cárcel no teníamos nada de información” aseguró en 'La Noche de Adolfo Arjona' el agente de la DEA Javier Peña. "Pero interceptamos la frecuencia de la llamada diaria que Pablo Escobar hacía a su hijo Juan Pablo sobre las cinco de la tarde. El ánimo del Bloque de Búsqueda cambió, todos estábamos excitados por estar cerca del final”, recuerda Peña durante su conversación desde su casa en Texas.
“Pablo estaba intentando entregarse otra vez, pero quería entregarse bajo las mismas condiciones que lo había hecho en junio de 1992. Es por eso que mantenía llamadas con su hijo Juan Pablo para explicarle todo”, asegura el agente de la DEA mientras recuerda que la persona que interceptó la conversación fue Hugo Martínez, el hijo del coronel Martínez que lideraba el Bloque de Búsqueda.
En ese momento rodearon la casa en el barrio de Los Olivos. “El sicario que acompañaba a Escobar comenzó a disparar, pero fue abatido por unos diez miembros del Bloque de Búsqueda. Al entrar en la casa encontraron a Pablo Escobar disparando y huyendo hacia el tejado. Hubo otro tiroteo en el que Escobar murió. Cuando llegaron al cuerpo localizaron las dos armas que estaba disparando. En ese momento uno de los chicos dijo por la radio: ¡Viva Colombia, Pabo Escobar está muerto¡”, relata el agente de la DEA Javier Peña en una entrevista concedida al programa 'La Noche de Adolfo Arjona' .
