Cómo era realmente la vida del emperador Julio César: un abogado que se convirtió en el dueño del Imperio Romano
En La Enciclopedia Oculta de Guillermo Díaz repasamos la vida de uno de los personajes más importantes de la historia

Estatua de Julio César
Málaga - Publicado el
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Roma fue la mayor potencia del mundo durante más tiempo de lo que lo ha sido ninguna otra. No existe civilización ni nación que haya mantenido la hegemonía durante tanto tiempo. Y Roma es la piedra angular de la civilización occidental.
Roma también era sangre y fuego, rivalidad, política a lo "House of Cards". Roma era capaz de lo mejor y de lo peor. También sufrió grandes convulsiones internas y guerras fratricidas.
En ese escenario, entre intrigas, guerras civiles y alianzas imposibles, aparece una figura que parece arrancada de una tragedia griega. Un hombre que sabía hablar como un poeta, luchar como un soldado y maniobrar como un tahúr. Un joven con la arrogancia suficiente para mirar a los ojos a los piratas que lo habían secuestrado y decirles: 'Pedid más rescate, valgo mucho más'.
Julio César no nació con corona, ni con ejércitos. Nació en una familia patricia empobrecida, se curtió en tribunales buscando pleitos llamativos y aprendió pronto que en Roma lo importante no era tener razón, sino tener público.
Fue abogado, seductor, jugador, soldado y rehén. Fue sobrino político de Cayo Mario, el hombre que revolucionó las legiones y que le dio, sin saberlo, las herramientas para conquistar el mundo.
De él aprendió la importancia de las masas armadas, de soldados que ya no eran campesinos reclutados a la fuerza, sino profesionales sin otro horizonte que su general. Con esos hombres, César aplastó a las tribus de la Galia, cruzó el Rubicón y llevó la guerra a la propia República.
Fue amado como un dios, odiado como un rey encubierto y finalmente asesinado a puñaladas por los que habían sido sus aliados.
Al caer, no restauraron la República que decían defender: abrieron la puerta al Imperio. En la Enciclopedia Oculta, vamos a recorrer la vida de Cayo Julio César. El hombre que empezó como un joven abogado buscando causas mediáticas y terminó convertido en la medida de todo poder. César es sinónimo del poder absoluto. Víctima del asesinato por antonomasia y fundador de la institución más importante de la historia: El Imperio Romano.
Guillermo Díaz, divulgador, escritor, apasionado de la historia, el cine, la literatura, los mitos, las leyendas, los héroes y malditos, nos presenta a uno de los grandes nombres de la historia universal: Julio César.

Monumento a Julio César
el personaje
Es quizá el personaje más influyente de la Antigüedad. Fue político, general, escritor, seductor y todo con un mismo objetivo, que Roma llevara su nombre para siempre. "Nació en el 100 a.C. en la gens Julia, que presumía de descender de Eneas y de Venus. Pero esa rama estaba en horas bajas. Su madre, Aurelia, fue decisiva en su educación. Y su tío político era nada menos que Cayo Mario, el general que cambió para siempre la forma de hacer la guerra en Roma"
Su tío Mario hizo reformas en el ejército, que luego ayudaron a César a triunfar. "Mario abrió las puertas del ejército a los 'proletarii', es decir, a los pobres sin tierras. Antes, el ejército estaba formado por propietarios que servían un tiempo y luego volvían a sus campos. Con Mario, los soldados pasaron a ser profesionales, hombres que no tenían más patria que su legión ni más futuro que su general" Esto fue decisivo. "Convirtió a los generales en señores de ejércitos personales. Mario no lo sabía, pero con esa reforma estaba incubando la muerte de la República. César recogió ese fruto, sus soldados le debían todo, y por él cruzaron el Rubicón sin mirar atrás"
César comenzó a destacar en Roma como abogado. Pero no buscaba pleitos rutinarios. "Elegía causas llamativas, espectaculares, que atrajeran al público. Hablaba con fuerza, con teatralidad, y convertía cada juicio en un espectáculo. Era consciente de que Roma era un escenario y él, un actor que aspiraba al papel principal"
secuestrado y peligroso

El Coliseo romano
Uno de los episodios que demuestran su carácter ocurrió cuando fue secuestrado por piratas. "Lo capturaron en el mar Egeo y pidieron 20 talentos de rescate. César se rio y les dijo que él valía 50. Pasó el cautiverio recitando poemas y corrigiendo los errores de sus captores. Les prometió que, cuando lo liberaran, volvería y los crucificaría. Cumplió, reunió una flotilla, los cazó y los crucificó pero, en un gesto suyo muy característico, les cortó la agonía degollándolos primero"
A partir del resultado de aquel secuestro y sus consecuencias, Julio César comenzó a verse como un peligro. "El dictador Sila lo advirtió. Dijo de él 'En ese muchacho hay muchos Marios'. Veía en César al heredero del populismo de Mario. Le perdonó la vida, pero dejó claro que Roma pagaría cara esa clemencia. Y así fue"
el triunvirato y las galias
Llegó el Primer Triunvirato. Una alianza a tres bandas. "Pompeyo, el gran general victorioso; Craso, el hombre más rico de Roma; y César, el político con el favor del pueblo. Unidos, controlaron la República como si fuera una empresa. Pero esa sociedad se rompió pronto, Craso murió contra los partos y Pompeyo se alió con el Senado. César quedó solo y preparado para la guerra civil"
Su gran obra militar fue la conquista de las Galias. Una campaña sangrienta y decisiva en la que entre el 58 y el 50 a.C., César sometió a la Galia. "Esclavizó pueblos enteros, exterminó tribus y vendió cientos de miles de prisioneros. Su mayor victoria fue Alesia: rodeó a Vercingétorix con murallas dobles, una hacia dentro y otra hacia fuera, para resistir un asedio dentro de otro. Ganó, y con ello se ganó también la sospecha del Senado: un hombre con semejante ejército y prestigio no podía ser controlado"
el rubicón
Cruzar el Rubicón fue uno de los mayores logros militares de Julio César. Era el límite que separaba su provincia de Italia. "Ningún general podía cruzarlo con tropas sin permiso del Senado. Al cruzarlo en el 49 a.C. y pronunciar alea iacta est (“la suerte está echada”), César lanzó un desafío abierto. En poco tiempo derrotó a Pompeyo, que murió en Egipto, y aplastó a todos los senadores que lo enfrentaron. Roma ya no era una República"

La muerte de Julio César
A Julio César le alcanzan los Idus de marzo y, como sabemos, al final lo asesinaron. El motivo, haber acumulado mucho poder. "Se proclamó dictador vitalicio, se sentó en un trono dorado y aceptó honores que olían a monarquía. Para un pueblo que odiaba a los reyes desde hacía siglos, era demasiado. El 15 de marzo del 44 a.C., los Idus de marzo, un grupo de senadores lo apuñaló en el Senado. Murió a los pies de la estatua de Pompeyo. La ironía final, bajo la sombra de su rival"
De julio César hoy nos queda su nombre, convertido en título. "César dio lugar a Kaiser y Zar. Su obra escrita, La Guerra de las Galias, que todavía se estudia como manual de estilo militar y literario. Su modelo político, el hombre fuerte que arrasa las instituciones en nombre del pueblo. Y, sobre todo, su paradoja, quiso restaurar Roma, y al morir, Roma dejó de ser República"
En la Enciclopedia Oculta, hemos abierto el archivo de Julio César. El abogado brillante, el rehén insolente, el general implacable, el dictador vitalicio. Pero, al final, ningún poder es tan absoluto como para que no lo derriben los cuchillos de tus propios compañeros.