Ozzy Osbourne y Black Sabbath: el nacimiento del heavy metal
En la Enciclopedia oculta de Guillermo Díaz recordamos al 'Príncipe de las tinieblas' que nos dejó hace unos días

Ozzy Osbourne
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Hace apenas unos días, el corazón del heavy metal se quedó en silencio. Se apagó la voz de John Michael Osbourne, Ozzy para todo el planeta. El hombre que convirtió su rareza en bandera, que cantó sobre demonios, guerra y locura con un timbre limpio, casi ingenuo y que, sin quererlo, se convirtió en el padre de un género entero. El Príncipe de las Tinieblas se ha ido, y millones de cuernos se han alzado en todo el mundo para despedirlo.
Cuernos, cuero, tachuelas, Harley-Davidson, guitarras que parecen sierras mecánicas, estadios llenos, conciertos que son liturgias. Un idioma propio hecho de riffs, doble bombo y voces capaces de desgarrar el aire. El heavy metal no es solo música: es una tribu, un ritual, un refugio para quienes nunca quisieron encajar. Pero no siempre fue así.
A finales de los 60, el rock aún estaba cubierto de flores y psicodelia. Había blues electrificado y guitarras virtuosas, pero no existía nada que sonara como el rugido de una fábrica en plena noche. Y ahí entra Birmingham: una ciudad industrial, gris, marcada por el humo y el hierro. De ahí salieron cuatro chavales que fundaron Black Sabbath. Al frente, Ozzy Osbourne, con su voz extraña y magnética. A su lado, Tony Iommi, que tras perder la punta de dos dedos en un accidente de trabajo, se fabricó unas prótesis y bajó la afinación de su guitarra.
Sin saberlo, inventó un sonido más grave y ominoso, que junto a las letras oscuras y las atmósferas pesadas, se convirtió en el cimiento del heavy metal.
Los primeros acordes de Black Sabbath, la canción, parecían arrastrar cadenas desde el infierno. El público no sabía si huir o quedarse. La mayoría se quedó.
Desde ahí, el metal creció. En la misma ciudad, Judas Priest afiló las guitarras y aceleró el ritmo, añadiendo cuero, tachuelas y un 'frontman', Rob Halford, que elevaba la voz como un cañón.
En el otro extremo de Inglaterra, Iron Maiden llenaba estadios con estribillos coreables y Bruce Dickinson saltando como si desafiara la gravedad.
Ozzy, mientras tanto, siguió su propio camino, en solitario, rodeado de guitarristas prodigiosos como Randy Rhoads o Zakk Wylde.
Y con él, el heavy metal dejó de ser un experimento para convertirse en un ejército. Un lenguaje universal que nació en Birmingham y que hoy, con su creador ya ausente, sigue retumbando en cada escenario del mundo.
Guillermo Díaz, es divulgador, escritor, apasionado de la música, la historia, el cine, la literatura, los mitos, las leyendas, los héroes y malditos y hoy nos abre su Enciclopedia Oculta por la página del heavy metal.

Ozzy Osbourne
black sabbath
Nos metemos de lleno en terreno de riffs y decibelios y para hablar de heavy metal y de su historia hay que empezar por Ozzy Osbourne. "Él es el punto cero. Black Sabbath no fue la primera banda ruidosa, pero sí la primera que puso esa oscuridad y ese peso como columna vertebral. Antes había blues rock, psicodelia, pero Ozzy y Tony Iommi, con Geezer Butler y Bill Ward, bajaron la afinación, ralentizaron el tempo, y crearon un sonido que no existía"
Ozzy no era un cantante muy virtuoso, pero encajo perfectamente en ese sonido. "Su voz tenía un timbre limpio, casi ingenuo, pero cantaba sobre satanismo, guerra, locura. Esa contradicción es magnética. No pretendía ser un tenor, era el narrador de una pesadilla"
Después de Black Sabbath, el que recoge el testigo es Judas Priest que lleva el metal a la siguiente fase. Lo refina y acelera. Sí Sabbath era el heavy, Judas es el metal más puro.

Ozzy en concierto
iron maiden
El heavy metal comienza a llenar estadios con Iron Maiden. Con 'The Number of the Beast' y 'Powerslave' conquistan Europa, América, Japón. Cada concierto es una producción gigantesca. Telones pintados, Eddie, su mascota, como un actor más en el escenario, Bruce Dickinson corriendo de un lado a otro mientras canta como si estuviera en un estudio. Con ellos, el heavy se hace global.
metalica y megadeth
En ese mismo momento, en otro frente, llegan Metallica y Megadeth que aportaron novedades que no tenía el metal anterior. "Metallica le dio estructura de himno a la velocidad. Supieron hacer canciones largas y complejas, pero que podían corear 50.000 personas. Megadeth, con Dave Mustaine, llevó la técnica al límite: cambios de tempo, riffs intrincados, solos que parecen ejercicios de precisión matemática"
El heavy metal es más complejo de lo que parece desde fuera. "Tiene subgéneros con estructuras y armonías muy elaboradas. El power metal, por ejemplo, bebe directamente de la música clásica: escalas menores, contrapuntos, suites. Malmsteen mete a Paganini en una Fender Stratocaster. Y el metal sinfónico, Nightwish, Epica, orquesta guitarras eléctricas con coros y arreglos dignos de Wagner"
Se puede decir que el heavy metal es el heredero de la música clásica en el rock. "En espíritu. Igual que una sinfonía de Beethoven juega con tensión y liberación, el metal lo hace con distorsión y silencio. Ambos buscan la épica y la emoción extrema. La diferencia es que en el metal el director de orquesta lleva mallas y hace 'cuernos' al público"

Black Sabbath
ozzy osbourne
Mientras todo eso pasaba Ozzy Osbourne ya no estaba con Black Sabbath, pero seguía siendo una leyenda viva. "En solitario se reinventó, rodeándose de guitarristas jóvenes y virtuosos. Fue capaz de seguir siendo relevante mientras el género se diversificaba. Y su figura, mitad mito, mitad personaje imprevisible, seguía siendo un faro para cualquier metalero"
Cuando suenan los primeros acordes de 'Paranoid', 'Smoke on the water', 'Back in Black' o 'Sweet Child O'Main', no solo escuchamos música. Escuchamos medio siglo de rebeldía y al Príncipe de las Tinieblas sonriendo, una vez más, en nuestra cara. Descansa en paz, Ozzy Osbourne. Gracias por tanto.