La velocidad de rotación de la Tierra no es constante. Hace 4.500 millones de años, rotaba a más de 6.500 kilómetros por hora. Por este motivo, los días apenas duraban seis horas. Hoy, la velocidad es muy inferior. En el Ecuador es alrededor de 1.600 kilómetros por hora, y esta velocidad ha hecho que nuestros días se multipliquen por cuatro desde entonces.

En “La Noche de Adolfo Arjona”, Héctor Socas-Navarro, investigador científico de Instituto Astrofísica de Canarias y director del Museo La Ciencia y el Cosmos de Tenerife, nos ha contado qué pasaría si la Tierra volviera a girar más rápido.

LOS CICLOS BIOLÓGICOS, DESINCRONIZADOS

Según el investigador, el principal efecto, el que todos notaríamos si la velocidad de la Tierra aumentara, es que los días serían mucho más cortos. Aunque asegura que es difícil que esto ocurra de forma repentina ya que la velocidad de la Tierra se ha mantenido en los últimos 1.000 millones de años.

Sin embargo, si ocurriera, las consecuencias se notarían enseguida, ya que los seres vivos tenemos los ciclos biológicos ajustados a esta velocidad. Insomnio o trastornos en la alimentación serían solo algunos de estos efectos. En una jornada laboral de ocho horas, podríamos incluso ver amanecer y anochecer.

ERUPCIONES VOLCÁNICAS EN TODO EL PLANETA

También habría efectos sobre la atmósfera. Los huracanes se multiplicarían y serían más fuertes. Eso ocurriría porque en el interior de la Tierra “hay un manto líquido que está en continuo movimiento. Es lo que mueve las placas y provoca erupciones volcánicas como la de la isla de la Palma o terremotos". Además, cambiaría el ciclo de las estaciones y los efectos climáticos podrían ser dramáticos”.

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??Imágenes de un jameo, hundimiento parcial del techo de un tubo lávico, tomadas hoy por el dron del @IGME1849 y el #GES del Gobierno de Canarias @AdmPcasGobcan. pic.twitter.com/KXsqJuuPZQ

— 1-1-2 Canarias (@112canarias) December 11, 2021

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Adolfo Arjonale ha preguntado a Héctor Socas-Navarro si la velocidad del planeta podría aumentar de forma repentina. La respuesta del experto ha sido contundente: “Para que eso ocurriera, tendría que pasar cerca de la Tierra algún objeto muy grande, como un planeta. Su perturbación gravitatoria podría hacernos girar más rápido".

ADIÓS A LOS ATARDERES

Sin embargo, hay un efecto que sí se va produciendo día tras día aunque no somos conscientes de ello: La Tierra va frenando poco a poco. La responsable de que esto ocurra es la Luna. “Los objetos que orbitan entre sí se van acoplando en un baile y siempre dan la misma cara. Es lo que intenta la Luna con su fuerza gravitatoria, que la Tierra solo le dé una cara a la Luna, como hace el satélite con nosotros.”

¿Y el Sol? ¿Qué papel juega en el movimiento de la Tierra? Al igual que nuestro satélite, el astro rey también tiene influencia gravitacional sobre nosotros, por tanto, tiende a que la Tierra se sincronice con él. Si eso ocurriera, en el hemisferio norte sería siempre de día y en el sur de noche. O al revés, dependiendo de la cara que le diéramos al Sol. Pero los amaneceres y atardeceres desaparecerían. Para siempre.

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