Esta historia escribió su final en 2002, el año en que Aileen Wuornos fue ejecutada mediante inyección letal por haber matado a seis hombres. Y el comienzo de esta historia nos traslada a la infancia de esta asesina en serie.

Su niñez fue de todo menos feliz: no conoció a su padre, un pederasta que se ahorcó en la cárcel; abandonada por su madre, forzada por su abuelo, maltratada por su abuela, Ailenn Wuornos comenzó muy joven a escribir su historial delictivo, a protagonizar continuas entradas y salidas de prisión y a prostituirse para ganar dinero. En 1989, a sus 33 años, mató por primera vez.

ASESINA EN SERIE

La víctima fue Richard Mallory, un alcohólico exconvicto en cuyo historial aparecían varias violaciones. Contrató los servicios sexuales de Wuornos y su rostro fue el último que vieron sus ojos. Su cadáver apareció al día siguiente en un bosque de Daytona, envuelto en una manta. Presentaba tres disparos mortales con balas de una pistola del calibre 22. La Policía no encontró pistas suficientes para abrir una investigación, así que el caso fue archivado.

Pasó más de medio año hasta que Aileen Wuornos volvió a matar. A partir de ese momento la espiral de asesinatos se convirtió en imparable: acabó con la vida de otros seis hombres en el transcurso de cinco meses: David, Charles, Peter, Troy, Dick y Gino murieron a manos de una mujer que sentía auténtica aversión por la figura masculina. Todos los cadáveres aparecieron desnudos, tiroteados en el pecho. Para ello la asesina usó siempre un arma similar; todos rondaban la misma edad y todos aparecieron en las inmediaciones de una carretera.

CAPTURA

Tras recabar testimonios y pistas, el FBI comenzó a sospechar que detrás de los crímenes había una o dos mujeres con el perfil de un asesino en serie, pero sin un móvil claro. El retrato robot resultó clave en la investigación: varias llamadas telefónicas dirigieron a la Policía hacia Aileen Wuornos y su amante y pareja de fechorías, una mujer llamada Tyria Moore.

Mientras dormía dentro de un coche entre botellas vacías de alcohol, Wuornos fue localizada y detenida. Confesó haber matado a seis hombres. Alegó que lo hizo en defensa propia porque trataron de atacarla tras haber contratado sus servicios sexuales. En 1992 fue condenada a la pena de muerte, que se haría efectiva diez años después. Antes de que le administraran la inyección letal, la asesina en serie dijo: “Volveré”.

CÓMPLICE

Durante su carrera delictiva, Aileen Wornos mantuvo una relación con la que fue el amor de su vida: Tyria Moore. Según cuenta el criminólogo y detective privado Enrique Vega esta pareja comienza una serie de andanzas delictivas que se fueron multiplicando “ambas se vieron involucradas en un accidente mientras conducían el vehículo de su ultima victima. Rechazaron la ayuda de los transeúntes pese a estar heridas y huyeron del lugar de los hechos”.

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Ese episodio daría un giro a la historia de esta pareja porque ocasionó que se pudiera hacer el retrato robot y difundirlo por televisión. El trabajo de la Policía no tardaría en ir dando sus frutos. Primero localizaron a Tyria en casa de su hermana. En ese momento se le atribuyeron delitos de robo. Pero la presión policial sacó más jugo a la compañera de fechorías de Wuornos. Según cuenta Enrique Vega: “Tyria admitió los asesinatos, aunque dejando claro que ella no había participado. Se le ofreció un trato que ella acepto. Declararía en contra de Aileen, a cambio de su inmunidad. La policía puso en marcha un operativo para conseguir las pruebas necesarias que culparían a la asesina. Hospedaron a Tyria en un motel y ella desde allí, llamo hasta en diez ocasiones a su examante y le escribió una carta, donde incluso le confesaba que ante la presión policial, estaba pensando en suicidarse. La grabación de las llamadas por parte de la policía, proporcionó la declaración clave del caso. Acto seguido se procedió a la detención de Aileen, en interior de un vehículo en un parking y en estado de embriaguez”.

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JUICIO

Aileen Wuornos nunca confesó sus asesinatos, sino que siempre manifestó que fueron muertes en defensa propia. El juez Bernardo Pinazo cuenta a Arjona un hecho llamativo “solamente se celebró el del primer asesinato, pero el juez dictaminó permitir evidencia de los otros seis asesinatos. La Fiscalía pudo presentar esta evidencia debido a la Ley de la Florida conocida como William's Rule, que permite que la evidencia relacionada con crímenes colaterales sea admitida si ayuda a mostrar motivos, intenciones, conocimientos, modus operandi o falta de error".

Según cuenta el juez Pinazo: “Después de dos horas de deliberación, el jurado declaró a Wuornos culpable de asesinato en primer grado. Durante el juicio, se les pidió a los mismos miembros del jurado que recomendaran una sentencia para Wuornos. La Fiscalía buscaba la pena de muerte y la defensa buscaba la vida sin libertad condicional”.

El 31 de enero de 1992, Wuornos fue sentenciada a muerte y el 9 de octubre de 2002 se procedió a la inyección letal

EN EL CINE

La historia de Aileen Wuornos fue llevada al cine en 2003 en la película 'Monster'. El papel de la asesina en serie es interpretado magistralmente por Charlize Theron. Ese trabajo le valió a la actriz sudafricana el Oscar a la mejor actriz. Para preparar su papel, Theron se basó en un documental realizado una década antes.

La compañera real de Aileen Wuornos, Tyria Moore fue interpretada por la actriz Christina Ricci, que por motivos legales su apariencia, nombre y edad tuvieron que ser modificados.

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