Éramos pocos y parió sentencia el Tribunal de Luxemburgo. Oriol Junqueras ha refuerza su aura de mártir del independentismo con el fallo europeo que le reconoce inmunidad como eurodiputado desde el momento en el que fue elegido, sin necesidad de tomar el acta o acatar la Constitución. La decisión no tendría por qué tener efectos prácticos sobre su situación procesal, ya que ahora está condenado en firme a 13 años de prisión, pero a Esquerra Republicana la sentencia le ha dado una baza de negociación muy importante.

Esquerra siempre ha tenido la sartén por el mango y ahora tiene la olla exprés, la cazuela y hasta la cafetera. Esquerra controla la negociación de investidura y por eso se permite el lujo de suspender las negociaciones con el PSOE, al menos de cara a la galería.

Ahora lo que pretende Esquerra es que el Gobierno se retrate ante la sentencia Europea y lo haga a través de la abogacía del Estado, pronunciándose por ejemplo, sobre la puesta en libertad de Junqueras. A lo mejor no quiere decir nada, pero el ultimo antecedente de la abogacía del Estado con Cataluña fue el de rebajar la petición de pena en el juicio del Procés de rebelión a sedición.

Así que Esquerra espera. Necesitan hacer ver a su electorado que están marcando el ritmo, que el PSOE está cediendo y además que se vea. Estos segundos de la ministra portavoz, Isabel Celaá en la rueda de prensa tras el consejo de ministros, evidencian el estado de inquietud en el PSOE de Sánchez.

Celaá hace referencia a la herencia de la sentencia del Procés, haber tratado un tema que era político como un tema judicial. ¿Qué quiere decir la ministra portavoz? Que no tenían que haber respondido ante la justicia aquellos que se saltaron la ley convocando y ejecutando un referéndum declarado ilegal y aprobando una declaración unilateral de independencia. ¿Qué tenía que haber pasado entonces? Que la justicia se quedara de brazos cruzados porque era un tema político, para no complicar las cosas.

Y luego, la ministra añade: “sigamos por la vía política y esta también es voluntad de Junqueras”. Pues claro, ¿cómo no van a coincidir con Junqueras si han asumido el discurso del independentismo?

Así que Esquerra sabe que esta es su oportunidad para exprimir al máximo la negociación y por eso Junqueras llama a seguir negociando. Ni al PSOE ni a Esquerra les interesa romper por lo sano ahora mismo. A los primero por la investidura y a los segundos porque sacaran más jugo en la medida que todo siga dependiendo de su abstención. Así que Esquerra aprieta. Aprieta cada vez más pero no ahoga.

La otra opción sería que aprovechando todo este asunto, el PSOE rompa la presión y acabe por girar hacia Ciudadanos y PP. Ahora sería el momento, pero este no es el Plan de Pedro Sánchez.

Y Con estos mimbres, Esquerra afronta este sábado su Congreso nacional. En principio es un congreso controlado en el que se seguirá la estrategia que plantea la dirección, la de seguir exprimiendo al PSOE, seguir negociando, pero la dirección de Esquerra tiene que controlar también su propio partido. Atenuar a quienes pretenden tensar demasiado la cuerda o a quienes piensen que tanta negociación solo sirve para descafeinar la vía unilateral de la autodeterminación.

Y es que Esquerra no va a renunciar a esa autodeterminación y menos ahora en la que Junqueras, reforzado por la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, dice que se han ganado “el derecho a volver a intentarlo”. Este es el interlocutor del que depende el Gobierno de España.