"Padres helicóptero" con hijos adultos: qué dicen los expertos sobre los padres que dicen a sus hijos 'es por tu bien'
La neuropsicóloga Aurora García Moreno explica en 'La Linterna' de Ángel Expósito lo que hay detrás de este control excesivo, que influencia, y mucho, en la salud mental de los hijos

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Existen personas sobreprotectoras con sus hijos, los llamados "padres helicóptero". Aquellos padres que se involucran en exceso en la vida de sus hijos, sobre todo en edades tempranas, que se dedican a centrar sus esfuerzos en cuidarles, protegerles, intentar darles la mejor educación posible. Pero, ¿qué ocurre esa supervisión continúa cuando los hijos ya son adultos?
A menudo estos hijos sienten cómo sus padres controlan sus actividades diarias, por ejemplo, amistades, trabajo, pareja, etc. Creen saber qué es lo mejor para sus hijos y cuando estos no hacen caso, aparecen los enfados y las críticas. Esto se asocia con frecuencia con buenas intenciones, pero pueden generar conflictos en el ámbito familiar que obstaculizan el desarrollo de una relación sana a nivel paterno-filial. De hecho, varios estudios apuntan que estos hijos de padres controladores tienden a tener mayores tasas de depresión y ansiedad.
Por tanto, ¿cómo es realmente el comportamiento de los padres controladores con sus hijos? Aurora García Moreno lo explicaba en 'La Linterna', con Ángel Expósito.

Padres sobreprotectores con su hijo.
Estos padres ejercen un control indirecto, por lo que los hijos muchas veces no son consientes de ello, pues lo consideran como algo normal. Lo que aparentemente podría ser un consejo, en realidad es una orden. "Con mensajes tales como 'es por tu bien', 'queremos lo mejor para ti' los hijos puedan sentir culpa por 'abandonar' a sus padres, consecuencia de ese chantaje emocional que hacen a sus hijos, con frecuencia con intención de ayudar", analizaba García Moreno.
Sin embargo, tras esta "ayuda" lo que hay es una excusa para controlar, pues es una manera de seguir ejerciendo poder sobre sus hijos.
causas de comportamiento sobreprotector en padres
Durante la infancia, e incluso adolescencia, de los hijos, estos padres se caracterizan por haber sido absorbentes y controladores y, de algún modo, no logran comprender que sus hijos se encuentran en una etapa vital más avanzada. Muchos intentan aliviar sus carencias: dejar a un lado la soledad y estar convencidos de que son imprescindibles para sus hijos (y así se lo transmiten). Una causa también puede encontrarse en el miedo a que el hijo se distancie del núcleo familiar y adquiera independencia. Esto se percibe como una amenaza y se recurre, por tanto, a la manipulación.

En la infancia y la adolescencia los padres helicóptero comienzan a actuar.
De este modo encuentran así la manera de afianzar su utilidad y, por ende, su control familiar. En definitiva, una manera de aliviar la baja autoestima.
¿Cómo afecta a los hijos adultos?
Esta dinámica tóxica, que a menudo afecta a un perfil de jóvenes con baja autoestima que necesiten validación externa, incide directamente en su privacidad. También pueden hacerles sentir avergonzados al ser tratados en público como si tuvieran otra edad. A raíz de este tipo de situaciones, se recurre a evitar el contacto con sus padres cuando están con amigos, por ese miedo al ridículo.
También puede afectar a la autoestima al creerse que requieren de sus padres a pesar de su autonomía e independencia. Además, afecta en la toma de decisiones, donde los padres creen que deben asesorar y aconsejar a sus hijos en todo momento. Y por otro lado, el exceso de control puede generar en los jóvenes una lucha por su independencia, lo que puede afectar al vínculo afectivo familiar e incluso a los hijos al impedirles establecer relaciones maduras.

Cómo puede afectar este comportamiento en la vida adulta de un hijo.
En cualquier caso, impide el desarrollo de la capacidad para que estos hijos, muy adultos y vulnerables a este tipo de control, adquieran independencia, autonomía, puedan tomar decisiones responsables y adquieran responsabilidad y estén más atados a sus padres, generando así relaciones de dependencia.
PADRES CONTROLADORES: CÓMO ACTUAR
En primer lugar, se debe tomar consciencia de que verdaderamente existe un problema con los padres que impida el bienestar emocional de la persona, en este caso, del hijo. Es crucial la comunicación: hablar sobre las expectativas irreales, que suelen generar conflictos y, muy importante, establecer límites, que harán que los demás solo puedan aceptarlos o ver un distanciamiento cada vez mayor. "Se necesita un espacio para tomar decisiones y hacer la vida de uno mismo. Eso, a veces, es mantener una distancia con tus progenitores o esas personas que están tan encima de ti a pesar de la edad, de la independencia y de la autonomía que ya tienes", explicaba Aurora.
En definitiva, ser asertivos. Es importante hablar sobre los comportamientos que quieren aceptar y cuáles no van a aceptar bajo ningún concepto. Esto es una manera de establecer una relación adulta, que es lo que más se necesita en estos casos.