Aurora García, neuropsicóloga: "La negación produce una defensa emocional ante ese pensamiento de perder a nuestros referentes"
Las personas mayores de 65 años representan el 10% de la población mundial

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La población de personas de 65 años y más no ha parado de crecer en los últimos años. El Banco Mundial estima que en 2022 las personas mayores de 65 años representaban el 10 % de la población mundial. La elevada representación de estos en la población española exige políticas sociales y de salud adecuadas a sus necesidades, entendiendo la salud como un todo e integrando sus dimensiones biológica, psicológica y social.
El deterioro de la salud mental en personas mayores de 65 años se debe, en parte, a la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y a trastornos neurodegenerativos o mentales. A esto se suman acontecimientos significativos como la jubilación o el fallecimiento de seres queridos, que generan un fuerte impacto tanto emocional como social.

Un anciano solitario caminando por una playa de arena junto al océano por la mañana.
Como cada martes Expósito enciende 'La Linterna' y lo hace para tratar la salud mental junto a Aurora García Moreno, la Neuropsicóloga de cabecera. La primera cuestión a tratar ha sido la excesiva carga emocional que supone asumir el envejecimiento de nuestros padres.
Aurora García cree que "al ser conscientes de que aquellas personas que nos han cuidado están sufriendo cambios en sus capacidades, en que les vemos tristes, etc. puede ser la sensación de pérdida y la incertidumbre a qué les puede ocurrir".
aceptar que se hacen mayores
Algo que las personas, en general, llevamos mal es el tema del envejecimiento y pasamos por diferentes fases como la negación, la rabia o la negociación. "Hay que ayudarles a que sus necesidades las tengan cubiertas de la mejor manera para garantizar su bienestar. En cuanto se acepta se tiene una visión mucho más positiva sin centrarse en el declive que se está teniendo", ha señalado la neuropsicóloga.
Muchos hijos, en su proceso de asumir la vejez de los padres, ven una oportunidad para reconectar con ellos a un nivel más profundo. A lo largo de los años, las dinámicas familiares pueden haberse visto marcadas por rutinas, diferencias de opinión o distanciamiento emocional, pero el envejecimiento de los padres puede abrir la puerta a una nueva forma de interacción
incapaces de encontrar soluciones al problema
Es comprensible que afrontar el envejecimiento de los padres genere emociones intensas como miedo, tristeza o ansiedad. No solo se trata de afrontar los cambios físicos y mentales de nuestros padres, sino también de gestionar nuestras propias emociones al respecto.
"La dificultad para aceptar que pueden enfermar o incluso morir. La negación produce una defensa emocional ante ese pensamiento de perder a nuestros referentes de alguna manera. Hay personas que se bloquean y son incapaces de encontrar soluciones al problema", manifiesta Aurora.