Esta semana se ha conocido un estudio por la universidad de Nueva Orleans que asegura que las personas que añaden una pizca de sal a los platos les gusta un poquito más pero mueren antes.

La población entre 40 y 60 años las personas que abusan mucho de la sal mueren un año y medio o dos antes que la media, comparado a cuando les corresponde por estadística, esto ha estado mucho tiempo en duda pero finalmente se ha conseguido demostrar científicamente que es una realidad. De esta forma, estos resultados respaldan que para vivir mejor hay que reducir los niveles de sal en nuestros platos.

Esteban Pérez Almeida ha revelado estos datos en 'La Linterna'. Para poder vivir mejor "hay que quitarse el consumo de azúcar y controlar la sal", ha subrayado Pérez Almeida. Porque al final repercute en nuestra salud de forma negativa, afectando a nuestro sistema cardiovascular. Además, los hipertensos lo saben perfectamente ya que en muchas ocasiones ante este problema prefieren seguir tomando sal y tomarse una pastilla.

Sin embargo, desde los centros médicos no se opta por la administración de las pastillas como primera opción, sino que se comienza por la reducción en el consumo de sal. "Cuando se le controla la sal, la tensión arterial disminuye", ha explicado Almeida. Por otro lado, en caso de no controlarse el consumo de sal se produce la aparición de los ictus y los infartos tarde o temprano.

Hoy en día, las enfermedades cardiovasculares provocan la mayoría de los fallecimientos en la población. Para evitar estos problemas se recomienda tener la presión arterial en sus niveles óptimos, de tal forma que no tiene que estar por encima de 140-90 mm Hg.

En caso de que se supere este rango, aumenta la presión y se pueden producir malformaciones, infartos de miocardio e ictus. Si consumimos sal y tenemos en las arterias grasa. Con el aumento de la presión, la tensión arrastra estas plaquitas de grasa hasta que llegan a una arteria en la cual se estanca su paso.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal diarios. Estos son los niveles recomendados para prevenir que a largo plazo pueden aparecer enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial. En caso de superar esta cantidad, los riñones son incapaces de filtrar la sal, causando que el corazón tenga que trabajar más y desemboca en un aumento de la presión arterial.

Las recomendaciones para consumir la menor cantidad de sal posible

Por último se han abordado una serie de recomendaciones:

Disminuir el consumo de sal, para ello se puede recurrir a otro tipo de alíneos, "pero no tiene que estar salada", ha explicado Almeida. Para dar al plato gracia, se puede jugar con las especias. Se pueden incorporar algunas especias, ya que estas pueden reducir la presión arterial a largo plazo.

Por otro lado, hay que fijarse bien en el etiquetado, y consumir aquellos que tengan bajosniveles en sal. De esta forma "podrán degustar el alimento de verdad", ha remarcado el doctor.

Además, para la semana que viene han adelantado información sobre un nuevo estudio referente a los efectos del consumo de los embutidos.