Tres estudiantes gallegos de 14 y 17 años, residentes de Ourense, han creado un invento pensado originalmente para usar en los bares pero que ha terminado teniendo un uso completamente diferente. Un proyecto que los tres adolescentes lo crearon realmente para clase. Aroa, Alejandro y Hugo son los protagonistas de esta historia que ellos mismos han contado en La Tarde COPE y que ha recogido La Linterna.

Y es que la nueva funcionalidad ha resultado en un premio del Instituto de Investigación Biomédica del Chuac de A Coruña que les ha conseguido una bonificación de 1.500 euros. Uno de estos chicos, Alejandro, ha contado en La Tarde de COPE que la idea original de su proyecto era enfriar bebidas en la barra de un bar:

“Nuestra idea principal era implementarlo en serie a lo largo de la barra del bar. Conforme los clientes fueran consumiendo la bebida mientras veían, por ejemplo, un partido de fútbol o hablaban con su familia o amigos, las bebidas se les mantuvieran frías sin necesidad de hielo”, explicaba en los micrófonos de COPE el joven.

La idea de tres adolescentes de Ourense

Aroa es la más mayor del equipo, tiene 17 años y se está preparando ya para la EBAU, todavía está decidiendo si estudiar Ingeniería Aerospacial o biotecnología. Ella cuenta cómo su investigación se centró en indagar en los sistemas de enfriamiento y en sus diferentes aplicaciones: “Partimos de las bebidas que tienen cualquier tipo de carbonizante, qué efectos tienen en nuestro cuerpo, y llegamos a la conclusión de que, cuando estaban frías, las disfrutábamos mucho más“.

“Como vimos que en la actualidad había una crisis energética buscamos una forma de enfriar cosas de manera rápida y muy eficiente, y así es como encontramos las placas Peltier”, añade la estudiante. Y es que estas placas, las Placas Peltier supusieron un antes y un después en su investigación. Se trata de un sistema construido con semiconductores, es una forma de enfriar muy poco habitual a nivel industrial, como asegura Aroa:

“Son unos cuadrados muy pequeños de 5x5 cm que tiene unos cables conectados a la corriente, pegadas con cerámica, y en su interior tienen unos semiconductores y unos químicos. En nuestro caso, cuando lo conectamos a la corriente por un lado generan calor y por otro frío”

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El invento termina siendo para algo muy distinto

Una de sus referencias eran las máquinas de niebla, porque también usan estas placas. Gracias a eso descubrieron más posibilidades, formas de aplicarlas y terminaron saltando a una aplicación totalmente diferente. “Conforme íbamos investigando maneras de frío nos dimos cuenta de que las cámaras de niebla suelen usar también las placas peltier. Entonces nos fuimos metiendo cada vez más en el mundo de la refrigeración, una cosa llevó a la otra y al final acabamos con bebidas frías. Mi hermano es muy enfermizo y decidimos meter medicamentos y, así, terminamos introduciendo órganos”.

Todo ello mientras iban a clase, estudiaban para los exámenes, hacían deporte y salían con sus amigos. Dedicaban mucho tiempo a este proyecto, se lo han tomado muy en serio y, como dice Alejandro, ese ha sido parte de su éxito. “Todos los días tenemos un horario todos los días y, a X horas, vamos, investigamos... Nos lo tomamos muy en serio, como si fuera nuestro propio oficio científico, nuestra vocación”.

La reacción de sus profesores de Ourense

David Ballesteros es uno de los responsables de las aulas del ParqueTecnológico de Ourense donde estos chavales han ido para recibir formación y dar vida a su proyecto. Es decir, que trabaja mano a mano con ellos, como explica en COPE: “Son gente con inquietud intelectual. Además de buena gente, que es súper importante, son gente con ganas de aprender más allá de lo que ven en clase. Es muy agradecido tener alumnos de este tipo”.

David explica que, según está previsto, durante este curso terminarán la fase de prototipos de la nevera. “Está en frase de prototipo, luego hay que evaluarlo con un diseño más adecuado al uso médico que se le va a dar. De todas formas su intención este curso es ver esa posibilidad, si pueden realmente adapatarla para que sea un sustitutivo útil de los sistemas médicos actuales. En ello están”.

En el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña han reconocido que esta nevera es más eficiente que los dispositivos que ellos usan y ha impresionado a todos sus investigadores. De hecho, les han dado un premio de 1.500 euros: “Lo vamos a usar para nuestro proyecto, para poder mejorarlo y para hacer un viaje a una Feria Científica a Latinoamérica”, asegura uno de los chicos.