Según la Organización Meteorológica Mundial, estamos viviendoel verano más cálido de la historia. Durante estos meses recibimos montones de recomendaciones para poder paliar las altas temperaturas que sufrimos. Pero, ¿cuánto calor es capaz de soportar el cuerpo humano?

El divulgador científico, Jorge Alcalde, comenta que la ciencia mantiene unos "enigmas" en cuanto a la temperatura concreta, pero existe un marco para el funcionamiento óptimo del organismo. Por debajo de los 18 y por encima de los 31, el cuerpo arranca sus mecanismos de adaptación.

Mecanismos metabólicos por el "estrés térmico"

Igual que con el frío tenemos empezamos a tiritar, con el calor producimos respuestas como "una circulación periférica mayor o el sudor para mantener el equilibrio térmico". Sin embargo, según algunos recientes estudios, al sobrepasar los 40 grados se generan algunas modificaciones que pueden ser excesivas y producir daños a las personas más vulnerables. Estos cambios podrían tener consecuencias metabólicas, fruto del "estrés térmico".

Una de las investigaciones ha sido llevado a cabo por la Universidad de Roehampton, en Londres, y tiene como objetivo ver cómo aumenta el metabolismo con las altas temperaturas. El responsable del Punto de Atención Continuada del Área de Salud de Valladolid, Víctor Muñoz Martín, ha tratado de explicar en qué consisten estos mecanismos.

"En todo ser vivo, cuando aumenta la temperatura, siempre se producen respuestas. En nuestro caso, es la fiebre. Es la consecuencia de un aumento del metabolismo de alguna de nuestras células". Es decir, cuando el calor se eleva en el exterior, también lo hace en el interior. Este estudio revela que, cuando se da esta situación, aumenta la velocidad de muchas reacciones químicas de nuestro organismo.

¿Cuáles son las consecuencias de la aceleración del metabolismo?

Es complicado sacar conclusiones del largo plazo en un laboratorio de una exposición continua al calor. "Se puede ir a ciertos países donde siempre están a temperaturas muy altas y ver qué diferencias hay respecto a otros puntos".

En lo inmediato, una de las más conocidas es la tensión, que es "muy volátil y a lo largo del día se modifica constantemente". Al exponernos prolongadamente al calor se produce una "vasodilatación de las arterias", haciendo que baje. "Dependiendo de las enfermedades de las personas, puede provocar unas consecuencias u otras".

"El sentido común, el menos común de los sentidos"

El responsable indica que la temperatura en la que estos mecanismos se activan depende de las características de cada persona. A los más vulnerables los mantiene en el alerta a partir de los 25 grados.

"La prevención debe ser nuestra mejor arma porque cada vez va a tener más consecuencias", avisa. Puede ser un golpe de calor u otras a largo plazo. Muñoz advierte que "cada vez estamos viendo más pacientes de cualquier edad, no solo mayores y niños".

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Aunque las recomendaciones puedan parecer evidentes, "hay que recordarlas porque el sentido común es el menos común de los sentidos". Evitar las horas de mayor calor, mantenerse hidratado y cuidar a los más vulnerables deben ser la prioridad en estos cálidos meses.