Lo apresaron el martes cerca de un hotel de Budapest. Allí se alojaba Guillermo Flores que era en realidad Sergio Roberto, considerado uno de los mayores narcotraficantes del mundo. No es una afirmación porque según las autoridades brasileñas ha introducido en Europa hasta 50 toneladas de cocaína en cuatro años. Policías de media Europa y EEUU llevaban meses tras su pista. Con su alias fue detenido en España en 2018 como responsable de un alijo de 1.700 kilos de cocaína. Quedó en libertad, se refugió en Marbella y poco después se quedó en Portugal, lugar en el que se sentía a salvo.

El año pasado, "murió". Justo antes del juicio que tenía pendiente en Pontevedra. Su abogado presentó un certificado de difunción y eso era una inmensa mentira. Analizamos este caso con Cruz Morcillo en 'La Linterna'.

Sobre el comienzo de esta historia, explica Cruz que se supo de su identidad en España en "2018 cuando se investigaban alijo en el que estuvieron por medio grupos de narcos gallego. Era una partida de 1.700 kilos de cocaína que se dirigía a Pontevedra y que fue interceptada en un barco. Valía esa carga casi 60 millones de euros". Además, seguía contando que "se procesa a 21 personas de las 30 iniciales y entre estos 21 aparece él. Las autoridades brasileñas alertan a España del potencial de este individuo y que había sido expulsado del Ejército brasileño con ese cargo de mayor porque lo 'pillan' con un alijo de drogas".

"Dejó una furgoneta cargada con 12 millones de euros en uno de sus apartamentos"

Pasó poco tiempo en la cárcel. El juzgado le impone una libertad para fianza y hay un gran enfado de la Policía. "Vuelve a Marbella y desde allí va a Portugal. El año pasado se va de viaje y tiene la intención de volver a Lisboa porque dejó una furgoneta cargada con 12 millones de euros en uno de sus apartamentos. Al final, ese dinero se lo queda la Policía y ya no vuelve".

Desde esa operación ya no se supo nada de él. Esto le hace ser consciente de que le están buscando muchos países del mundo. "Ahí no está claro del lugar en el que ha estado porque aquí en España manejaba 3 identidades. Y cuando está moviéndose por ahí él, en realidad, estaba 'fallecido'. El letrado presentó su certificado de defunción en Pontevedra".

La Fiscalía de esta ciudad presenta un escrito de acusación y fijan fecha para el juicio. Le pedían 14 años de prisión y justo antes de su inicio su abogado presenta este certificado. "Dicen que ha muerto de un infarto en Marbella. Hace unos meses, empieza el juicio sin él y se descubre que está vivo pero con otra identidad y que lo están buscando".

Y lo encuentran en Budapest. "Lo ha detenido la Policía húngara pero la información parte de otro lugar: no sabemos si Portugal, Brasil...".