El incierto futuro de los cristianos en la nueva Siria: "No sabemos cuál va a ser el futuro del país"

Ha pasado un año desde la caída del dictador sirio Bashar al-Assad y la llegada al poder de los rebeldes de Al Nusra, la filial de Al Qaida en el país. Este nuevo escenario ha sumido a las minorías, especialmente a los cristianos, en una profunda incertidumbre. El hermano marista George Sabé, director de los maristas azules en Alepo, ha descrito en el programa La Linterna la situación actual como de 'inseguridad' no por una persecución directa, 'sino porque la realidad misma de Siria está insegura'.

Una constitución en la encrucijada

La clave para la convivencia reside en la futura Constitución. Según Sabé, existen dos posibilidades contrapuestas. Una de ellas implicaría volver al estatus de 'dimi', donde los no musulmanes son 'protegidos' por el Islam a cambio de una tasa. La otra opción, la que esperan conseguir, es 'una constitución en la cual se reconoce la ciudadanía de todos los sirios' para estar 'a igual nivel unos con otros'. Aunque esta es la vía que prefieren, el marista se muestra cauto: 'Eso lo esperamos, pero que lo vayamos a tener es otro tema'.

Sin voz en el nuevo Parlamento

La representación política de los cristianos en el nuevo sistema es prácticamente inexistente. De los 170 miembros de la comisión constitucional nombrada por el presidente Al Sharah, solo cinco son cristianos. George Sabé expone un ejemplo desolador: 'En Alepo, sobre los 19 diputados, no hay ni un cristiano ni una mujer que hayan sido elegidos. Eso quiere decir mucho para nosotros'. Aunque son una minoría en número, ha recordado que es una 'minoría activa, ya existente desde el principio del cristianismo'.

En Alepo, sobre los 19 diputados, no hay ni un cristiano ni una mujer"

George Sabé

Marista en Alepó

Portadores de paz ante la amenaza

A pesar de las promesas del nuevo gobierno de garantizar la libertad religiosa 'siempre y cuando no afecte al orden público', el temor persiste. Sabé afirma que los cristianos 'no afectamos al orden público, somos personas que no tienen armas' y que su objetivo es 'construir una nueva Siria'. Citando al Papa, ha recordado que son 'portadores de paz', pero concluye con una advertencia sobre la compleja realidad del país: 'eso no basta'. El temor a que haya combates entre otras minorías como los alauitas o los kurdos y la autoridad de Damasco es una amenaza latente.