La emotiva historia de Cloe, el bebé de tan solo doce días a quien la Guardia Civil de Arganda del Rey consiguió salvarle la vida.
La pequeña, dejó de respirar en plena calle mientras estaba con sus padres, pero la rápida intervención de dos guardias civiles logró que llegara viva al hospital.

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Tarde del sábado en Arganda. En plenas fiestas es un gran día para la localidad. Hay procesión por la tarde y al caer la noche toda la localidad se junta para poder disfrutar de los fuegos artificiales. Sin embargo la tarde fue muy distinta para Alejandro y Aimara. Se disponían a preparar de un día de fin de semana. Sin embargo todo se vio alterado por una situación crítica: Cloe, su bebé de apenas 12 días, sufrió una parada respiratoria mientras estaba en la vía pública con su madre.
Eric, su pequeño de apenas dos años, no paraba de abrazar y besar a su abuela. Con apenas dos años sabia que algo malo le pasaba a su hermana. En ese momento, casualidades de la vida, Alejandro, padre de Cloe, ve aparecer por la glorieta un vehículo de la guardia civil. Desesperado, pide a los agentes que le abran paso hasta el hospital. Manuel y Rafa, montaron a la madre y a la bebe en el coche patrulla y dan aviso a la Unidad de Soporte Vital del hospital del Sureste.
Los agentes reaccionaron de inmediato. Instruyeron a la madre sobre las maniobras de reanimación mientras la trasladaban de urgencia al Hospital del Sureste. Gracias a la rapidez de su intervención, Cloe logró recuperar el aliento antes de llegar al centro médico, donde fue ingresada. La pediatra responsable confirmó que la pequeña presentaba signos de cianosis y estaba llena de secreciones, pero gracias a la la atención médica inmediata ahora se encuentra estable.
Días después, la familia pudo agradecer personalmente a esos guardias civiles que salvaron la vida de la pequeña Cloe.
La historia de Cloe resalta la importancia de la rapidez en la asistencia de emergencias infantiles y el papel crucial que los cuerpos de seguridad pueden desempeñar en situaciones críticas. La actuación de estos guardias civiles en Arganda del Rey es un ejemplo de cómo profesionalidad y humanidad se combinan para salvar vidas y nos hace darnos cuenta de que están siempre cuando se les necesitan.