Hace tan solo unos días conocíamos la presunta violación a una niña de 11 años en Badalona. La chica fue a un centro comercial y allí se topó con un grupo de seis chavales. La acorralaron y la metieron en un baño donde la violaron. Ella no dijo nada y la familia no denunció hasta meses después, cuando supo que se estaba compartiendo un vídeo de lo ocurrido entre los chavales del instituto. Tres de ellos tienen menos de 14 años, son inimputables, y uno de los agresores tiene antecedentes por el mismo delito.

Este caso no es el único. En la provincia de Barcelona, en el instituto de El Vendrell se investiga otra agresión sexual por parte de cinco chicos a dos niños de 12 años durante el patio. En Salou se investiga una violación grupal a una chica de 13 años. También por un grupo de menores, algunos con menos de 14 años. Y en Esparraguera, en Barcelona, un chico ha sido detenido acusado de agredir sexualmente a una niña de 13 años. ¿Qué está ocurriendo?

La psicóloga Aurora García Moreno explica en La Linterna de COPE qué conductas podemos considerar como abuso sexual entre menores: “Aquellas que sí son realizadas con una intencionalidad, como por ejemplo los tocamientos, la exhibición de las partes íntimas o pedir que las muestren o que las fotografíen, sobre todo la exposición de vídeos pornográficos”. Aurora diferencia estos comportamientos del descubrimiento del cuerpo por parte de los niños que son muy pequeños sin ningún otro fin.

¿Qué buscan los agresores menores de edad? La psicóloga advierte que lo que desean es obtener “sensaciones con el fin de pasarlo bien con sus colegas”. En muchas ocasiones graban las agresiones y los propios menores cuentan “que no querían una satisfacción en sí, sino mostrar la grandeza de los que son capaces de hacer, sin ser conscientes de las consecuencias para la víctima”. Aurora recuerda que la adolescencia es una etapa donde se pasan límites y se rompen normas como una forma de reivindicar que ya son adultos, “lo que les puede equivocar llevando a cabo estas conductas, pero no puede ser una excusa para la realización de las mismas”.

Cuatro problemas que explicarían por qué los menores cometen abusos

La psicóloga explica por qué se cometen este tipo de abusos, destacando “la carencia en educación sexual”. Cabe destacar que, a pesar de estar prohibidos los contenidos pornográficos en televisión, en los dispositivos móviles no ocurre de la misma manera, lo que facilita su acceso a menores. Aurora advierte que existen otros motivos por los que se pueden cometer estos abusos: “Puede ser que haya chicos que hayan vivido abusos que han podido derivar en estos actos como aquello que le hicieron a ellos. También jóvenes con problemas emocionales, de familias desestructuradas o con una educación muy rígida que les han llevado a canalizar la sexualidad de una manera desadaptada”.

¿Cuál es nuestra responsabilidad como sociedad? ¿Qué podemos hacer?: “Tanto la familia como los colegios tenemos responsabilidad porque, en muchos casos, se mira hacia otro lado”, apunta Aurora destacando que “no se trata de juzgar, sino de ofrecerles apoyo psicológico y, sobre todo, educación sexual para vivirla de una forma sana sin agredir a otros y sin tener que recurrir a la pornografía como está ocurriendo”.

Aurora señala que “ha habido un cambio generacional entre padres e hijos, en cuanto al desarrollo de la sexualidad, que puede hacer más difícil hablar de sexo en las familias y que muchos recurran a Internet antes de la pubertad”. Es importante trasmitir la importancia del respeto, el consentimiento y la intimidad en las relaciones sexuales.

Aunque parece complicado, Aurora deja claro que una víctima puede llegar a superar un abuso con la ayuda adecuada: “No es fácil porque estos niños pasan por momentos de negación, shock e ira, pero si no se responde con rapidez puede afectar a todos los miembros de la familia”. Por esta razón, es vital ponerse en contacto con profesionales que asesoren sobre lo que se debe hacer, tan pronto se sospeche de que algo va mal porque “puede marcar la diferencia”.

¿Cómo poder ayudar a los menores a contar lo que les ha pasado?: “Estos niños sienten confusión por lo que el objetivo es evitar el trauma en un futuro, tanto los recuerdos de los abusos como otras consecuencias psicológicas”. Aurora también destaca la importancia de evitar “que el niño adquiera este rol de víctima, quitarles el sentimiento de culpa, hacerles comprender la situación para que no se sientan personas raras y tratar la falta de autoestima y la posible depresión”.