Así analiza Ignacio Camacho en 'La Linterna' las últimas informaciones sobre Puigdemont y sus andazas por Waterloo:

“En su enloquecida escapada a ninguna parte, a Puigdemont solo le faltaba creerse Napoleón y ya lo ha hecho. El alquiler de una mansión en Waterloo, probablemente destinada a sede de su fantasmal presidencia en el destierro, es el último delirio de un hombre incapaz de darse cuenta de hasta qué punto su propio desvarío le ha hecho perder el sentido de la realidad y del discernimiento.

"En Cataluña le están enajenando el control del proceso"

Mientras el prófugo pasea su melancolía de falso exiliado por Flandes, en Cataluña le están enajenando el control del proceso. Aún no se ha dado cuenta de que ya estorba los planes de quiénes se decían sus compañeros.

El siguiente paso será el de apartarlo dejando claro que le guardan un simbólico respeto. Llegará un momento, acaso no demasiado lejano, en que ese simbolismo se convertirá en mera ignorancia, en apartamiento. Entonces, desde el imaginario Waterloo, que en realidad va a ser su Santa Elena, quizá se de cuenta de que lo habrán quitado definitivamente de en medio”.
 

Ignacio Camacho habla sobre esta noticia:

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha alquilado una mansión de 500 metros cuadrados en la localidad belga de Waterloo, situada a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas. Según informaciones del periódico belga L'Echo, tendrá que pagar 4.400 euros al mesde alquiler. La casa dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina con todo tipo de equipación, garaje con capacidad para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados.

"El imaginario Waterloo en realidad va a ser su Santa Elena"

Joseph María Matamala, anfitrión de Puigdemont desde que aterrizara en Bélgica el pasado 30 de octubre, habría sido el encargado de realizar las gestiones. El contrato requeriría el pago de dos meses de fianza y es de larga duración, por lo que parece que Puigdemont no tiene intención de regresar a España lo antes posible.

"Waterloo es una mezcla de Marbella y las películas americanas con chalets muy parecidos y jardines muy abiertos. Es una zona muy bonita, de alto nivel, con un comercio extraordinario y muy internacional", asegura la española Aurora Herrera, que lleva años residiendo en Bélgica. "La media de alquiler son unos tres mil euros y la suya es una pedazo de casa", ha contado este viernes en el programa 'Herrera en COPE'.

Aurora cree que los belgas se han empezado a cansar del 'payaso' Puigdemont. "Ha conseguido causar disensiones dentro del gobierno belgas y entre las propias familias". Para darle una 'cálida' bienvenida, Aurora ya ha avisado a sus amigos de Waterloo para que pongan la bandera de España en la ventana.