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Hoy la cosa va en clave económica. Pero no me quiero centrar en datos macro, política y fondos comunitarios.

Hoy en nuestro tema del día, dentro de una hora, te vamos a llevar al Madrid del ocio nocturno. A modo de termómetro de la economía real. Nos hemos metido por detrás de la Gran Vía, de madrugada y solo te puedo decir que... ¡Qué pena!

Uno. El miedo, el vértigo y la incertidumbre. Si colocamos por orden los tres factores empezaríamos por la incertidumbre -a ver qué viene-; seguimos por el vértigo -porque ya vemos al abismo- y así acabamos en el miedo y hasta el pánico de una crisis inimaginable.

Dos. El gasto y el rigor. Ante una situación así, en tu economía familiar y personal, ¿qué harías? ¿Endeudarte hasta el infinito y más allá o ser riguroso?

Está claro, ¿no?: Disciplina, rigor y matemáticas.

Tres. Cataluña como ejemplo. Casi un 20 por ciento que fue de la economía española. ¿Tu invertirías en un lugar a donde el Gobierno no permite que vaya el Jefe del Estado? ¿Cuánto cuesta un presidente que no cumple la ley? ¿Cuánto cuesta la inseguridad jurídica de unos indultos increíbles?

Cuatro. Los Presupuestos del Estado planteados como si fueran los Presupuestos de tu familia. Por prioridades, haciendo los deberes, cumpliendo con Europa y precisos.

¿Tu te fías de quién va a gestionar la quiebra durante los próximos años? ¿Tu le pedirías consejo o gestión a los miembros de este consejo de ministros salvo un par de excepciones? Pues estos y estas van a gestionar los impuestos, las ayudas y la ruina.

Cinco. Una Administración desbordada. ¿Has intentado hacer un papel en un registro? Yo entiendo el caos del tsunami y el mogollón de la pandemia, ¿pero no hay nadie que se atreva a reconocer la incapacidad del sistema?

Seis. La política de subsidios. Qué bien les ha venido la pandemia a algunos porque a largo plazo el populismo y el chavismo lo que compran son votos a base de subsidios. Lo vimos con los ERE de la Junta de Andalucía y lo vemos en Venezuela.

Bueno pues aquí los tienes.

Siete. Datos concretos a modo de termómetro sobre el ocio nocturno: el 25%, más de 6.000 locales, ya han cerrado.

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De aquí a diciembre, los empresarios estiman que se pueden destruir 90.000 empleos tras la ruina de casi el 70% de las pymes del ocio y los espectáculos. Es la quiebra de más de 17.000 de las 25.000 empresas que existen.

Ocho. A estas alturas, casi el 90% de las pymes del ocio y los espectáculos están cerradas, el 70% tienen a sus trabajadores en un ERTE. Y todo ello con una caída del 50 por ciento en los rendimientos de la hostelería en general.

La ejemplaridad pública. El Consejo de ministros más amplio de Europa, 1.000 asesores 1.000 sólo para esos ministros. Y una España de las autonomías, los parlamentos, las delegaciones, las diputaciones, los cabildos, ayuntamientos, defensores del pueblo y subdelegaciones tan gigantesca como inoperante.

Y diez. Y me viene a la cabeza el ministro de Consumo, Alberto Garzón, cuando dijo aquello de que la hostelería y el turismo no aportan valor añadido a la economía española. ¡Dios mío en qué manos estamos!

Como me dijo hace seis meses un empresario amigo, Alberto, al inicio del confinamiento: "Prepárate, Ángel, esto es la quiebra de nuestro petróleo". Yo no quería creerle. Pero tuvo y tiene razón.