

"De la sandez del Gobierno con el tema de Eurovisión no hay novedades; bueno, ni sentido del ridículo"
Expósito critica la presión a Israel, los escándalos del caso Ábalos y el blindaje político con aforamientos
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Dos titulares del día. Tal y como está el mundo, la presión internacional sobre Israel aumenta para que deje de planchar Gaza con los gazatíes dentro. Francia, Reino Unido y Canadá amenazan a Israel con acciones concretas por su atroz expansión.
Otro: Rusia continúa sus bombardeos contra Ucrania pese a la promesa que Putin le hizo a Donald Trump para iniciar conversaciones sobre un alto el fuego. Más de 100 drones rusos lanzados contra varias regiones de Ucrania: un muerto y tres heridos, información oficial.
En cuanto a la patraña, el cebo o la sandez del Gobierno con el tema de Eurovisión, no hay novedades ni noticias; bueno, ni sentido del ridículo.
En casa, ya sabes: quien con niños se acuesta, meado se levanta; dime con quién andas y te diré quién eres, y valdría un nuevo refrán: quien se acerca a Ábalos y a Koldo, tarde o temprano va para delante. El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, imputa a la expresidenta de Adif y ex secretaria de Estado de Transportes —la número dos del ministerio— Isabel Pardo de Vera, en la investigación del caso Ábalos, Koldo y el resto de la banda.
Ojo, insisto: secretaria de Estado, número dos de Ábalos.
Un informe de la Guardia Civil señala a Pardo de Vera como responsable en la contratación de Jessica, una de las churris del ministro, en las empresas públicas Ineco y Tragsatec. Según el juez, "procede que preste declaración en calidad de investigada, y se cita a declarar como testigos a una serie de personas que han tenido un papel relevante en el proceso de contratación de doña Jessica Rodríguez".
Bueno, les ha citado a todos el 29 de mayo —nada, la semana que viene, como quien dice— a las 10 de la mañana. La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, aprecia indicios de malversación de caudales públicos, tráfico de influencias... resumiendo: qué palante.
Bueno, hagamos un poco de memoria, porque en su día, Koldo —ese socialista ejemplar, que diría Pedro Sánchez— envió a la presidenta de Adif una foto de Jessica a modo de presentación. En la imagen aparece en lencería, muy mona ella, sugerente y sonriendo; todo muy, cómo decirlo... todo muy feminista y progresista. Cabe recordar que la fotito aparecía en un catálogo de señoritas de compañía que Koldo tenía en el móvil.
Bueno, Koldo advirtió a Pardo de Vera: "solo una cosa, que llamen a la chica para que inicie los trámites para la contratación como administrativa de Yoseba" —Yoseba es el hermano de Koldo, ya se sabe—, "que si no, José me corta los huevos". José, ni que decir tiene, el cortador de huevos de Ábalos. Más adelante se refieren a la chica como "la sobrina del ministro".
Ante la insistencia de la empresa para entrevistar a Jessica, ella dice que no tiene por qué ir a entrevistarse con nada. Koldo explota y dice: "No vayas, no llames, me encargo yo". Bueno, finalmente tuvo que ir a una entrevista y, como le preguntaban cosas que ella no sabía responder, Koldo saltó y dijo: "¿sabes leer y escribir? Pues contratada".
Cabe recordar que Jessica reconoció al juez que no trabajó en las empresas públicas nunca, pese a cobrar un sueldo, y que vivió en el pisito de novios del edificio de la Torre de Madrid en Plaza de España durante dos años, con un alquiler de 2.700 euros al mes que pagaba la trama —la trama Ábalos.
Ah, y mi posdata: el líder del PSOE en Extremadura —quien contrató al hermanito, por cierto— vuelve al Parlamento extremeño y deja la diputación. Así está aforado para cuando le llame la juez. Tiene que dejar un hueco y para eso ha dimitido Maricruz Rodríguez, que fue jefa de gabinete del propio Gallardo y que acaba de ser nombrada secretaria de Organización del PSOE de Badajoz.
Además, otros cuatro socialistas sin escaño que estaban en la lista por encima de Gallardo tienen que renunciar. En el derecho indiano, en la dominación de España en América, un cacique es el señor de vasallos en alguna provincia o en algún pueblo. Pues clavadito. Eso sí, también aquí todo muy progresista, reformista y, por supuesto, otro aforado.