"Con Pedro Sánchez asistimos a un proceso de autodestrucción política tan inexorable como lento, tan penoso como ridículo"

Asistimos a un proceso de autodestrucción política tan inexorable como lento, tan penoso como ridículo. Muchas veces a Pedro Sánchez le crecen las citas en los juzgados, las derrotas parlamentarias. Hoy juicio por malversación a Begoña. Ayer el hermanito a juicio en la audiencia de Badajoz. Santos Cerdán que sigue en el trullo. El fiscal general esperando citas y Ábalos. El diputado José Luis Ábalos, que va para adelante también primero con las mascarillas. A los tribunales añadamos la fractura en el Consejo de Ministros con parte de Sumar que vota no al pacto de Pedro con Puigdemont sobre inmigración. A los de Puigdemont que votaron no a la jornada laboral de Sumar. A su sanchidad le quedan como socios más fieles Otegui y Junqueras. Ni Pablo ni Super Yoli, aquella, la de la pequeña investigación sobre las pulseras, ni el prófugo de Waterloo. ¿Te acuerdas de aquella escena de la película Los caballeros de la mesa cuadrada de los Monty Python?. La escena en que al caballero oscuro le van amputando miembro a miembro y el tío no ceja en su empeño patético y suicida. Memorable.

CABALLERO 1: No es más que un arañazo.

CABALLERO 2: ¿Qué decís? Os he cortado un brazo.

CABALLERO 1: No, no es cierto.

CABALLERO 2: Entonces, ¿eso qué es?.

CABALLERO 1: Heridas más graves he sufrido.

CABALLERO 2: A Dios que sois valientes, señor, pero la victoria es mía. Ah, os rendís, ¿eh?.

CABALLERO 1: ¿Cómo? Pero imbécil, si ya no tenéis brazos.

CABALLERO 2: Sí que tengo.

CABALLERO 1: Bueno, ya está bien. Te cortaré una pierna. Allá voy. ¿Qué haces de sangrarte sobre mí?.

CABALLERO 2: Soy invencible.

CABALLERO 1: Tú estás loco.

CABALLERO 2: El caballero negro triunfa siempre. Vuelve aquí, desgraciado, que te voy a destrozar. Te destrozaré a mordiscos.

ÁNGEL EXPÓSITO: Sustituye al caballero negro por un Pedro Sánchez pasando una semana guay en Nueva York, maquillado como una puerta, mientras se le cae el chiringuito. Bueno, a la vez aquí, Mr. President, sigue inasequible al desaliento y al engaño. Es cuestión de mentir y trolear a todo el mundo todo el tiempo. Lo mismo se inventa el interés general para saltarse su propio embargo de armas a Israel, que se va al cine dejando en ridículo a Super Yoli en el Congreso. En resumiendo, mira la bolita. ¿Dónde está la bolita? Toma la bolita.

TRILERO: ¿Dónde está la bolita? Muevo la bolita. ¿Dónde está la bolita? La bolita. ¿Dónde está usted, caballero?.

JUGADOR: Yo.

TRILERO: ¿Dónde está la bolita? Aquí.

JUGADOR: ¿Aquí o aquí? Es que estoy muy nervioso. Venga, c***. Aquí.

TRILERO: ¿Estás seguro, caballero?.

JUGADOR: Sí. No, no está ahí.

TRILERO: Pues yo qué sé, si yo soy el trilero.

ÁNGEL EXPÓSITO: Sánchez manejando los cubiletes. Yolanda, Puigdemont, Otegui y Rufián como los ganchos. Y Óscar Puente, Bolaños, María Jesús o la ministra de Igualdad, vigilando por si viene la policía. Ah, y mi próstata. Todo ello, las trolas, los timos, las derrotas o la basura de la corrupción en un ambiente de adoración al líder. Absolutamente insoportable. Una Moncloa, un congreso y un partido rebosando súbditos, súbditas y pelotas. Una última escena, la peregrinación de la zapatilla detrás del líder o amado líder en La vida de Brian. Sustituye a Brian por Pedro.

SEGUIDOR 1: Mirad, nos ha dejado un zapato.

SEGUIDOR 2: El zapato es la señal. Sigamos su ejemplo.

VOZ AL FONDO: ¡Eh!.

SEGUIDOR 2: Hagamos como él. Levantemos un zapato y quede el otro en nuestro pie porque esa es la señal.

SEGUIDOR 3: No, no, no. El zapato es una señal para que hagamos acopio de zapatos en abundancia.

SEGUIDOR 4: Deos de zapatos y llegamos a la calabaza. No hagamos acopio de zapatos. A ver, no es una señal para que no pensemos en la.....

ÁNGEL EXPÓSITO: Como un día Pedro se quite el zapato, se tiran todos detrás sin zapatos. Sustituye a Brian por Sánchez, a la turba por Patxi, Óscar, el otro Óscar o María Jesús Montero.