El coronavirus ha traído consigo una serie de restricciones que a su vez han generado una situación más que comprometida para las fuerzas y cuerpos de seguridad: el régimen sancionador.

Poder aplicarlo resulta prácticamente imposible, como ya quedó demostrado en el confinamiento duro de 2020, cuando muchas multas acabaron cayendo en saco roto. Ahora sucede algo muy parecido.

Ángel Expósito ha querido abordar ese mal trago por el que pasan nuestros policías y guardias civiles en su videoblog de este martes. El presentador de 'La Linterna' tiene claro que las sanciones, en tiempos de pandemia, se han convertido en algo muy difícil de controlar. Otro punto flaco de la pandemia que el comunicador no duda en analizar en su habitual comentario:

"Las sanciones son imposibles. Ponte en el lugar de un policía local o un guardia civil. ¿Es posible multar a alguno de esos descerebrados que se van de fiesta, que se saltan el confinamiento y que encima se resisten?

Aquí no paga una sanción nadie. Sí, seguro que la inmensa mayoría somos responsables, pero ¿y los que no lo son? ¿Se les puede multar sin que peguen una paliza al policía?

La última. La Guardia Civil llega a un hotel de acogida de jóvenes inmigrantes al sur de Gran Canaria donde estaban de fiesta en la piscina y la ONG que gestiona el lugar les pide a los guardias una orden judicial para entrar.

Y todo porque el legislador (o sea, el político de turno) no quiere legislar sobre las multas. No quiere comerse el marrón de poner negro sobre blanco la cuantía y la obligación de la sanción.

Así, que el marronazo se lo trague el policía municipal o el guardia civil. Por supuesto, no pueden hacer nada".