"El problema es que se han creído, si no se lo siguen creyendo, con impunidad absoluta"

El problema es que se han creído, si no se lo siguen creyendo, con impunidad absoluta. Los puñeteros amos, sin vergüenza alguna.

Lo mismo te buscan un curro en la Diputación de Badajoz sin ni siquiera saber dónde está el trabajo, que colocas en una empresa pública a tu sobrinita. Lo mismo tienes a tu mujer, facturando de empresas privadas, desde el mismísimo Palacio de la Moncloa, que coges a esa sobrinita y la metes en los viajes oficiales de su tío, el señor ministro.

Igual tienes al mismísimo Fiscal General del Estado, borrando el teléfono móvil, como un adolescente, no les vayan a pillar, que tienes a tu amigote, a tu cuidador, a tu asistente, enchufado como consejero de Renfe, de puticlub, portero de puticlub, a consejero de Renfe, menudo carrerón.

Igual tienes a tu brazo derecho en Canarias, mensajeándose y de colegueo con un capo mafioso, que revientas el partido, por ejemplo, en Extremadura, para aforar al presidente de la Diputación y que así no dependa de la jueza instructora.

Lo dicho, impunidad. Se creen impunes. Sin vergüenzas ninguna.