Tzivia Rubin, israelí crítica con Netanyahu: "Si acaba con la guerra, acaba su gobierno también y tendría que ir a la cárcel"
La opositora argumenta en La Linterna que el gobierno de Israel "derivó hacia la dictadura" en enero de 2023

Madrid - Publicado el
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La ciudadana israelí Tzivia Rubin, entrevistada este lunes en el programa La Linterna de COPE, lanzó una dura crítica contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, a quien acusó de prolongar la guerra en Gaza para evitar su caída política y posibles consecuencias judiciales. "Si él acaba con la guerra, acabará su gobierno también. Entonces tendrá que ir a la cárcel", afirma Rubin durante una charla con el presentador Rubén Corral, en la que también denunció que la ofensiva israelí está alimentando un "movimiento antisionista global" que, en su opinión, debería dirigirse contra el líder y no contra el pueblo judío.
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Crece la tensión en Israel
Rubin, que se define como opositora a Netanyahu desde que su gobierno "derivó hacia la dictadura" en enero de 2023, aseguró que el trauma generado por los vídeos de rehenes israelíes desnutridos, como los recientemente difundidos de Evyatar David y Rom Braslavski, ha reavivado las protestas en Israel. "El 70% de la población pide el fin de la guerra y la liberación de los cautivos, pero Netanyahu no puede permitírselo: su supervivencia política depende de continuar", explicó. Según datos citados en el programa, las manifestaciones semanales en Tel Aviv, que habían decrecido tras el 7 de octubre, han recuperado fuerza con consignas como "Basta ya, traedlos a casa".
División social y manipulación mediática
La entrevista reveló una profunda fractura en la sociedad israelí. Mientras Rubin insistió en que la mayoría ciudadana rechaza la guerra, aunque con matices sobre cómo terminarla, reconoció que sectores ultranacionalistas ven cualquier acuerdo como una "rendición a Hamás". "Hay quienes exigen más firmeza militar, pero son minoría. Lo triste es que la condena internacional no diferencia entre Netanyahu y los israelíes que también sufren", lamentó.
Sobre el auge del antisionismo, la entrevistada culpó a los medios ("especialmente en España") de simplificar el conflicto: "Se muestran imágenes de los bombardeos, pero no se profundiza en que Hamás es un brazo de Qatar, ni en cómo empezó todo esto". En referencia al Qatar Gate, la presunta injerencia de Doha en Europa mediante financiación a organizaciones pro palestinas, Rubin criticó que este escándalo "no se refleje lo suficiente" en la cobertura occidental.
La "estrategia calculada" de Hamás
Al ser preguntada sobre si la masacre del 7 de octubre buscaba provocar la reacción israelí actual, Rubin no dudó: "Hamás es un grupo islamista que quería dañar a Israel políticamente. Consiguieron romper los Acuerdos de Abraham y aislarnos". La entrevistada sugirió que la organización palestina utiliza el "sufrimiento de Gaza como moneda de cambio", citando como ejemplo su rechazo a la última propuesta de tregua de 45 días mediada por EE.UU.

Soldados israelíes ante los ataúdes de los cuerpos de rehenes fallecidos entregados por Hamás
Rubén Corral cerró el diálogo preguntando por el clima social en Israel. Rubin admitió que, pese al rechazo mediático, no ha experimentado antisemitismo directo: "Personalmente no lo noto, pero en las redes y televisiones la demonización es evidente". Su testimonio refleja el malestar de una parte de la ciudadanía israelí, atrapada entre un gobierno que considera ilegítimo y una comunidad internacional que, a su juicio, ignora las complejidades del conflicto.
Con más de 60.900 muertos en Gaza según autoridades locales y 125 rehenes aún en cautiverio, las palabras de Rubin subrayan una realidad incómoda: para muchos israelíes, Netanyahu se ha convertido en un obstáculo tanto para la paz como para la imagen global de su país. Mientras el primer ministro insiste en que la guerra continuará hasta "destruir a Hamás", las calles de Tel Aviv corean cada sábado una demanda cada vez más urgente: "Elecciones ya".