La reducción de la jornada laboral hará que estos contratos se pongan de moda en España: algunos trabajadores cobrarían menos
Salvador Marín, presidente de la Federación Europea de Contables y Auditores para pymes, explica en La Linterna en qué sector se notará más el cambio a 37 horas y media

Madrid - Publicado el
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El debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media semanales, una de las promesas estrella del Gobierno, ha vuelto a encenderse tras el anuncio de su retraso hasta septiembre. La medida, que carece aún del respaldo suficiente en el Congreso, ha generado un intenso debate entre economistas y empresarios, especialmente entre las pymes, que temen un impacto negativo en su productividad y costes laborales. Así lo expuso Salvador Marín, presidente de la Federación Europea de Contables y Auditores para pymes, durante una entrevista en La Linterna de COPE con Ángel Expósito y la periodista económica de ABC Yolanda Gómez.
Marín, quien también representa al Consejo General de Economistas, respalda las cifras de un reciente estudio que alerta de que el 62% de los economistas prevé una caída en la productividad laboral y el 72% un deterioro en los resultados de las pequeñas y medianas empresas si se aplica la medida tal como está planteada. "Todo el mundo quiere trabajar menos, pero si le preguntas si está dispuesto a cobrar menos, la respuesta ya no es tan clara", señala.

Un trabajador de Parques y Jardines durante su jornada laboral al aire libre
Uno de los principales riesgos, según el economista, es que la reducción horaria obligue a muchas pymes a recurrir a contratos a tiempo parcial para compensar la pérdida de horas trabajadas, lo que podría derivar en una mayor precarización del empleo. "Imaginen una empresa con diez trabajadores que, por ley, debe reducir su jornada a 37,5 horas. Si no puede asumir ese recorte sin afectar su operatividad, tendrá que contratar a medio trabajador más, probablemente a tiempo parcial, o redistribuir las horas entre el equipo. En cualquier caso, el coste adicional puede ser insostenible para muchos negocios", explica.
El dilema de las pymes: costes vs. competitividad
Marín insistió en que el problema es particularmente grave para las pequeñas y medianas empresas, que representan el 99,8% del tejido empresarial español y europeo. A diferencia de las grandes corporaciones, que cuentan con mayor margen de maniobra para negociar acuerdos sectoriales o absorber costes, las pymes operan con márgenes más ajustados y una presión fiscal elevada. "Una empresa pequeña no puede permitirse contratar a una persona adicional solo para cubrir esas horas perdidas. Los costes laborales, sumados a los gastos de formación y adaptación, pueden ahogar su rentabilidad", advierte.
Además, cuestionó el argumento gubernamental de que la reducción de jornada impulsará la productividad. "No hay evidencias de que esto vaya a ocurrir automáticamente. La productividad se trabaja desde la base: formación, tecnología, eficiencia en los procesos... Si no se resuelven primero estos aspectos, reducir las horas no solo no ayudará, sino que puede empeorar la situación", afirma.

Un camarero atiende una terraza
¿Medida universal o acuerdos sectoriales?
El presidente de la federación europea criticó que la propuesta del Gobierno siga un modelo de "café para todos", sin considerar las diferencias entre sectores. "No es lo mismo la construcción que la hostelería o la sanidad. Cada industria tiene sus particularidades, y lo que funciona en una puede ser inviable en otra", subrayó. En su opinión, la solución pasaría por negociaciones sectoriales que permitan adaptar la reducción horaria a las necesidades reales de cada actividad.
También recordó que España ya se encuentra en línea con la media europea en horas trabajadas (36,4 semanales frente a las 36 de la UE), y destacó que países como Alemania u Holanda, con jornadas más cortas, tienen culturas laborales y sistemas de negociación colectiva muy distintos. "No podemos copiar modelos sin adaptarlos a nuestra realidad. Aquí, muchas pymes ni siquiera tienen recursos para implementar teletrabajo o flexibilidad horaria, y ahora se les pide que reduzcan la jornada sin herramientas para compensarlo", argumenta.
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Marín hizo hincapié en la necesidad de informar con transparencia a los empleados sobre las posibles consecuencias de la medida. "Hay que explicarles que, aunque suene bien trabajar menos horas, si la empresa no puede asumir el coste, al final pueden terminar con salarios más bajos o contratos más precarios", alerta.
En este sentido, Expósito planteaba si la discusión sobre la reducción de jornada está más motivada por cálculos políticos que por un análisis económico riguroso. Marín evitó entrar en valoraciones partidistas, pero insistió en que "los economistas que asesoran a pymes en toda España ya están detectando este problema". La entrevista acaba así con una reflexión sobre el principio europeo "think small first" ("piensa en pequeño primero"), que Marín reivindicó como guía para cualquier reforma laboral. "Antes de imponer medidas generales, hay que considerar cómo afectarán a los más pequeños, que son el corazón de nuestra economía", concluye.