Las calles de la ciudad de Cádiz poseen tanta historia como la mayoría de ciudades de España, pero al hablar de la capital gaditana las excepciones son evidentes. Hay tanta historia en esa ciudad, que cualquier mención de cada uno de los caminos que navegan fielmente por las diferentes avenidas, cuenta una historia diferente.

Uno de estos lugares con honores particulares es la plaza Augusto Conte Lacave, un lugar de la ciudad que homenajea al hombre que le da apelativo. Augusto vivió toda la época convulsa de inestabilidad en España, incluyendo el franquismo; falleció en el año 1970, sin embargo, dedicó toda su vida a la ciudad de sus amores, su Cádiz natal. Era un historiador y un intelectual, y su nombre trascendió especialmente por su escritura y su constante dedicatoria a la ciudad sureña. Tanto era su amor y su pasión que cedió a Cádiz toda su biblioteca de más de diez mil ejemplares.

Ironías de la vida, es esa ciudad por la que tanto dio la que ahora le pide cuentas y lo quiere relegar. El pleno de Cádiz va a aprobar con los votos de Adelante Cádiz, con el alcalde "Kichi" a la cabeza, y los apoyos del Partido Socialista; el cambio de gran parte del plano callejero de la ciudad, incluyendo la Plaza Augusto Conte Lacave y el Paseo Príncipe de Asturias, por considerar que las denominaciones están relacionadas con el franquismo.

La familia de Augusto Conte, reclama ahora que no se modifique esa apelación del lugar, y que la plaza siga denominándose de igual manera. Belén Conte es nieta del historiador. Cuando habla de su abuelo, se refiere a él como "un hombre de culto y de bien". Afirma además que "era una persona pacífica y honorable que dedicó su vida a escribir, y a la ciudad de Cádiz." Lo que deja claro ante todo su nieta, es que Augusto fue "un gran abuelo".

Como persona enamorada de su tierra, es posible que no exista un honor mayor que poder dar nombre a uno de los emplazamientos característicos de tu ciudad, de ese lugar por el que hiciste y diste tanto a lo largo de toda la vida. Igualmente, la "sorpresa y decepción", inunda el parecer de todos los familiares con una decisión que consideran "arbitraria".

Cambio a Francisca Larrea

Para el Ayuntamiento de Cádiz, el hecho de que coincidiera en la época de Franco y que fuera concejal de cultura en un gobierno tecnócrata, parece que han sido suficiente para eliminar su apelativo de la famosa plaza gaditana. En su lugar, la intención del ejecutivo municipal, es la de ponerle el nombre de Plaza Francisca Larrea. "A nosotros no nos parece mal que se quiera llamar así a cualquiera de las calles sin relevancia histórica de la ciudad". Consideran que hay un montón de emplazamientos en la ciudad en los que se puede utilizar ese nombre sin necesidad de eliminar ninguna apelación.

Consideran que Augusto "siempre miró por el bien de Cádiz", con sus múltiples gestos y con una vida dedicada al bien de sus vecinos, por lo que consideran "injusta" esta medida.