Lucas Vidal es ese niño al que cuando se portaba mal, castigaban sin tocar el piano. Porque su obsesión era tocar y tocar. Con una beca en Berklee, consiguió cumplir el sueño. Fue el más joven en hacer una banda sonora con 80 músicos. Después llegó Julliard. Luego acabó en Los Ángeles. Sobre el piano reposan dos Goya y un Emmy. Está nominado a los Premios Feroz. Acaba de hacerle un disco a Raphael... Y se pueden seguir diciendo muchas cosas sobre él”.

Para ese disco, “estuvimos hablando mucho, y me dijo que siempre le gustaba reinventarse y que quería que yo hiciera un disco diferente con elementos orquestales y algo más”. Raphael le insistía “ve al límite”. Y el resultado está teniendo mucho éxito. Quizá porque su abuelo fundó Hispavox, o porque siempre tuvo amigos muy cerca del arte, “yo soy íntimo amigo del hijo de Paco de Lucía y para que no molestáramos me decía si,si, tienes talento, anda vete a jugar”. Pero o bien oráculo o bien el verdadero trabajo, le han convertido en uno de los compositores más reconocidos, que ya se metía en la biblioteca a estudiar “siempre componiendo y analizando, más que salir de fiesta”.

Hollywood le reclama para que componga la banda sonora de sus películas pero el se acuerda de esas primeras “antes de empezar a grabar las orquestas me miraban con lupa y yo siempre he tratado de divertirme y ser uno más, de trabajar tranquilo y con un poco de cachondeo”. Por eso no para y ya está inmerso en varias películas, dos series y un proyecto personal del que solo puede decir que ya nos contará. Otro proyecto, reclamo además de Carlos Herrera, es el remix de Mi Gran Noche. Eso también lo confirma: “Lo estamos pensando”.