A pocos días de las comidas y cenas de Navidad, muchas personas se plantean realizarse un test covid-19 para saber si están contagiados o no y así evitar poner en riesgo a sus familiares. Pero, ¿basta con un test de antígenos para estar tranquilos? ¿Tenemos que hacernos una PCR o un test serológico?

Jesús Sánchez Martos, doctor y catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid, ha dado la respuesta a todas estas preguntas. En una entrevista este jueves en "Herrera en COPE", el médico ha asegurado que el test de antígenos no es suficiente. "El protocolo que nosotros llevamos en los hospitales es el siguiente: si una persona tiene algún síntoma dudoso o tiene sospechas de haber estado con alguien que tiene la enfermedad, le hacemos el test de antígenos. Si da positivo, es seguro. Pero si es negativo, le hacemos después un test PCR", ha dicho. Y es que, según él, es erróneo pensar que un test de antígenos es "ideal" para estos casos.

¿Y por qué? La OMS recomienda que los test de antígenos deben realizarse en los días previos a tener síntomas, así como en los primeros en los que ya se tienen, pero que pasado este tiempo el porcentaje de acierto disminuye. El organismo asegura que los test de antígenos funcionan bien con pacientes que tienen una carga elevada del virus. Asimismo, desde esta entidad no se recomienda el uso de esta prueba a los asintomáticos, salvo si se ha tenido contacto con algún positivo.

Por tanto, lo ideal es hacerse una prueba PCR. Sánchez Martos, eso sí, también recomienda el test de anticuerpos. "Si tiene las ICG positivas significa que has pasado la enfermedad. Ni contagias ni puedes ser contagiado", ha señalado.

RECOMENDACIONES DEL DOCTOR PARA LAS COMIDAS O CENAS NAVIDEÑAS

Pese a la proximidad de unos días tan especiales, el doctor cree que debe evitarse toda reunión con personas no convivientes. En todo caso, si vamos a celebrar comidas o cenas familiares, el doctor recomienda ventilar el espacio en el que se va a producir el encuentro antes de la llegada de los comensales y durante la comida. "Hay que abrir las ventanas al menos diez minutos cada hora", ha dicho.

En la mesa ya deben estar puesto los platos y no vale picar de otros. Cada uno debe comer de su plato. Lo mismo ocurre con la bebida: "El vino lo sirve una sola persona para que la botella no esté de mano en mano Y si alguien coge el salero, que luego lo limpie con hidrogel", señala.

Y un consejo muy importante: "Al gritar o cantar se expulsan muchos más microparticulas de salivas que pueden contener el virus y pueden quedar en el ambiente como aerosoles".

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